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Premios Supongo que saben que a mi me encanta la ciencia ficción y que, de vez en cuando, aquí y en otros sitios y revistas, escribo artículos intentando analizar casos y cosas de la ciencia ficción.
El caso es que este año tengo el honor de estar nominado al premio Ignotus al mejor artículo por Ucronía en la literatura española que se publicó en la revista Galaxia nº 11.
a continuación pongo el artículo nominado. Que lo disfruten

Historia alternativa en la literatura española I

Puede no ser obvio incluir el género de la ucronías como parte de la ciencia ficción,
pero tiene sentido si defines la ciencia ficción como historias
ambientadas en un futuro posible y las conectas con el presente.
Las ucronías hacen la misma operación, pero conectan esas historias con nuestro pasado.
Así que todo son especulaciones históricas.
Kim Stanley Robinson

Introducción

Cualquier aficionado a la ciencia ficción puede identificar la palabra ucronía inmediatamente y definir sin grandes problemas lo que va a encontrar si un relato invoca como adscripción de su contenido esta palabra. Sin embargo no estaría de más aportar una definición técnica del vocablo, máxime cuando éste no resulta excesivamente empleada en el lenguaje común.
El término ucronía fue inventado, o utilizado por vez primera, en 1857 en un artículo de la Revue philosophique et religieuse, embrión de la obra, que se publicó en 1876, Uchronie: L´utopie dans l´histoire , y escritos ambos por Charles Renouvier . Sin embargo, las primeras ucronías de las que tenemos constancia son anteriores y son también de origen francés: en 1787, Delise de Sales, publica Ma Republique y Louis Geoffrey Chatêau en 1836 escribe Napoleón ou la conquête du Monde, una historia en la que Napoleón vence en Waterloo. Como suele suceder, antes de que siquiera se acuñara la palabra, ya existían antecedentes de las ucronías.
Renouvier, sin embargo, es el primero que define ucronía: «así como utopía es lo que no existe en ningún lugar, ucronía es lo que no existe en ningún tiempo». El escritor Paul McAuley mas recientemente dice: «es un neologismo basado en las palabras utopía y el término cronos (el tiempo). Ucronía es una reescritura fantástica de la historia, una reconstrucción literaria imaginaria de la historia». Por otra parte, la definición que hace la Real Academia Española es: «la utopía aplicada a la historia; historia reconstruida lógicamente de tal modo que habría podido ser y no ha sido».
Una vez que tenemos una referencia clara del significado del término, observamos que cuando calificamos cualquier relato como ucronía estamos inmediatamente asignando un significado muy claro: vamos a contemplar un texto en el que la Historia pasada ha sufrido modificaciones. Es decir, nos vamos a situar en un mundo imaginario y ficticio, donde las cosas no ocurrieron tal y como las recordamos, o nos son enseñadas.
Para que exista una ucronía hemos convenido que la Historia ha de sufrir modificaciones, pero: ¿qué hace que la Historia sea modificada? El suceso causante es lo que se ha venido a denominar un punto Jumbar. El punto Jumbar fue enunciado por el profesor Geoffrey Hawthorne de la universidad de Cambrigde, y consiste básicamente en un punto de inflexión que determina que algunos sucesos trascurran de diferente manera al real histórico. Generalmente este punto Jumbar en un suceso histórico lo suficientemente importante como para que de no haberse producido, o sucedido de otra manera, la Historia podría haber seguido otros derroteros. Precisamente el punto Jumbar, y la subsiguiente ucronía, se funda en que la Historia es maleable y que la influencia de acciones puntuales, colectivas o individuales, podrían determinar un cambio en el devenir histórico. A este respecto es recomendable la lectura del excelente artículo de Juan José Sánchez Arreseigor; Historia y Ciencia Ficción. Historias Alternativas.
La tendencia de muchos escritores de ucronías es la de usar sucesos que puedan mover al cambio a gran cantidad de población. Como es natural cada país tiene sus propios momentos trascendentes, históricamente hablando, que son aprovechados por los autores. Como ejemplos podemos ver que los norteamericanos usan la guerra de secesión, los franceses las guerras napoleónicas, los ingleses la victoria de la armada invencible (lo que resulta curioso ya que esta alternativa supone la invasión de Inglaterra) y como gran tema mundial el nazismo o la peste negra que asoló Europa en el siglo XIV. En España tenemos nuestro propio punto Jumbar generalizado: La Guerra Civil.
Si hablamos de La Guerra Civil Española, podríamos especular con múltiples puntos de cambio histórico. No sería difícil asociar un punto Jumbar a la muerte del general Sanjurjo en un accidente de aviación. Esta muerte dejó descabezado la rebelión y dos generales Franco, en el norte, y Mola, en el sur, se hicieron con el mando total de las fuerzas rebeldes. Y nos hacemos la pregunta: ¿y si Sanjurjo no hubiera muerto? Es muy posible que él hubiera sido el aglutinador de las fuerzas llamadas nacionales. ¿Hubiera eso cambiado la Historia de España? Es posible que no, pero parece evidente que esa muerte real contribuyó a que Franco, sin oposición y más aún desde la muerte de Mola, se hiciera con el poder durante la guerra y la posguerra.
Otro punto Jumbar, éste más reciente en nuestra Historia, podría haber sido el asesinato del almirante Carrero Blanco en 1973. Si no hubiera ocurrido: ¿habríamos podido acceder a una transición tal y como la conocemos? ¿Los elementos reaccionarios se habrían mantenido en el poder? Es muy posible ¿Y si Tejero hubiera contado con el apoyo de Pedro Merry Gordon, a la sazón capitán general de la región militar de Andalucía, en el chapucero golpe de estado de 1981? Como puede verse, estos puntos Jumbar son numerosos a lo largo de la Historia y no resulta extraño fantasear acerca de que, debido a estos cambios, los sucesos se podrían haber desarrollado de diferente modo. Claro está que habría que preguntarse si estos puntos Jumbar son lo suficientemente “poderosos” como para modificar la historia. Como es imposible de demostrar, salvo que usemos una máquina del tiempo y seamos partícipes del viaje, solo nos es posible aplicar técnicas, lo mas lógicas posibles, para componer estas historias.
A este respecto, hace ya unos años se ha venido desarrollando dentro de las técnicas de estudio de la Historia la denominada historia contrafactual o realidad contrafactual -y mas recientemente historia virtual- que consiste precisamente en analizar la Historia contraponiendo la realidad de lo que ocurrió a lo que hubiera podido ser al cambiar ciertos factores. Es una técnica que se usa sobre todo en economía para analizar factores económicos divergentes, de manera que, en teoría, se puedan evitar las consecuencias negativas, si se produce un hecho causante similar. La llegada de los ordenadores a los estudios históricos ha permitido enriquecer a la historia con datos y complejos modelos teórico-matemáticos. Evidentemente estos modelos no son aplicables a los estudios históricos generales, porque parece imposible controlar todas las variables a tener en cuenta. Su uso se ha difundido como escuela de pensamiento fundamentalmente en las disciplinas de Historia de la Economía, aunque no goza de gran predicamento entre las escuelas “clásicas”.
Una ucronía supone, como ya hemos visto, la recreación de un periodo concreto de la historia, y para ello es fundamental que el autor conozca profundamente el periodo histórico en el que se produce la modificación. No es posible sostener una ucronía sin unas premisas históricas sólidas que cimienten la historia. Por consiguiente el realizar este tipo de historias requiere mucho esfuerzo documental para que tengan verosimilitud y consistencia. Literariamente hablando, soy de la opinión que las ucronías forman parte de un género más amplio, o de dos si entra la ciencia ficción, como es el de la novela histórica. Toda novela histórica contiene un marco histórico de referencia y generalmente la interacción de personajes históricos reales con personajes inventados. Baste tomar como ejemplo cualquier novela de los Episodios Nacionales de Perez Galdós; en Trafalgar se reproduce la famosa batalla teniendo como protagonista al gaditano Gabriel que se mezcla hábilmente con personajes como Gravina o Churruca. La novela ucrónica usa también este recurso, aunque alterando la realidad posterior. La mezcla de géneros nos proporciona a los lectores el poder averiguar el pensamiento del autor acerca de los personajes históricos. Este pensamiento se manifiesta siempre en forma de fobias y filias para con los personajes elegidos. Según Edward Carr, estas especulaciones contrafactuales suelen darse en los que no están conformes con lo ocurrido o se vieron perjudicados de alguna forma por los sucesos que pretenden modificar.
También es verdad que para poder correlacionar estos facsímiles históricos con los auténticos necesita el lector conocerlos. Por eso, una ucronía se hace más próxima cuanto mas cercana se nos muestra en el tiempo. No es sólo cuestión de cultura histórica por parte de los lectores, sino que sólo podemos conocer el talante de los personajes mostrados si éstos son cercanos.

Pero permítaseme una digresión antes de continuar.

Desde mi punto de vista ucronía solo puede ser considerada como tal aquel relato en el que la historia ha variado del continuo histórico que conocemos debido a circunstancias históricas plausibles o lógicas. El factor de inestabilidad histórica debe ser, y siempre en mi opinión, creíble en el contexto en el que se realiza y no depender de ingerencia temporal o extraterrestre, pongamos por caso. Además hemos de considerar que una ucronía debe comprender un cambio histórico generalizado, es decir afectará a una pluralidad de individuos y no a uno sólo. Uno de los recursos más usados en la ciencia ficción es el viaje en el tiempo, este viaje, y sus consecuencias, son en muchas ocasiones motor de las ucronías. Personalmente no creo que deba considerarse estos relatos como ucronías propiamente dichas. ¿Por qué?; pues porque el protagonista, o los protagonistas de la historia –el viajero del tiempo-, sabe lo que ocurrió y sus acciones, meditadas o no, se encaminan indefectiblemente a modificar la Historia en el sentido que se desea. El mismo viaje en el tiempo constituye ya de por sí un cambio real en la Historia. En este caso partimos de una doble realidad, no solo para el lector que es evidente que ocurre siempre, sino también para el protagonista de la historia que goza de la ventaja de conocer el resultado histórico de los sucesos en los que se ve envuelto. Esta doble trampa, pese a ser muy agradecida, es, a mi entender, lo que denominaría una ucronía falseada. Falseada porque interviene en la Historia un factor ajeno a la misma. Ese factor introducido desde el futuro altera la Historia, pero es un factor tramposo. No quiero decir con esto que no sea válido, pero supone una argucia tramposa, en el buen sentido de la palabra, ya que de la posible modificación se conoce, al menos teóricamente, el resultado.
Si tenemos en cuanta las premisas anteriores, lo que nos ofrecen entonces las ucronías se acota mucho. Para poner dos ejemplos, ucronía pura sería En el día de hoy de Jesús Torbado y ucronía falseada el relato Las Grietas del Tiempo de Ángel Torres. El segundo tipo de ucronía, la falseada, entronca mucho más en el campo de la ciencia ficción, mientras que el primero podría desarrollarse en el terreno de la historia ficción.
Sin embargo el constreñir tanto la ucronía supondría no poder contemplar las soluciones que nuestros autores han aportado sobre los cambios históricos. Y puesto que de contemplar estas soluciones es de lo que se trata, efectuaremos un recorrido por una serie de obras que presentan un universo alternativo histórico, sin tener en cuenta cual ha sido el origen del cambio.

Las ucronías escritas en España

¿Existen las ucronías españolas? ¿Nuestros autores han contemplado estos marcos ucrónicos en sus obras? La respuesta ha de ser afirmativa. Puesto que este artículo pretende analizar las mismas, no sería razonable teorizar sobre algo inexistente. Se pueden rastrear algunas obras, no excesivas, tanto en la literatura de género, como en la general, en las que los autores españoles han usado las ucronías para contar sus historias.
Muchas de las ucronías españolas tienen como tema estrella la Guerra Civil ya que este suceso traumático ha significado mucho en nuestra Historia reciente y, como tal, es evidente que resulta atrayente para los escritores. Es más, puesto que la divergencia en este caso sólo puede darse en un sentido, la República gana la guerra, creo interpretar que se produce una catarsis entre los autores, que pretenden escribiendo sobre ella alejar los fantasmas de la guerra y de la dictadura. Esta toma de posición se produce, fundamentalmente, después de la muerte de Franco y hasta los años 80, como bien refleja Juan Manuel Santiago en un artículo sobre ucronías de la Guerra Civil española .

Efectuaremos, a partir de aquí, un recorrido cronológico de la Historia tal y como nuestros autores la han imaginado y nos la han contado. Este viaje, por tanto, será no en orden de la escritura de las mismas sino del momento de modificación de la historia real.

Comenzaremos por Bula Matari de José Miguel Pallarés y León Arsenal. Esta ucronía convierte a Cartago en potencia hegemónica de la antigüedad. Después de una victoria contra Roma, en la que Aníbal vence a Escipión en la batalla de Zama en 202 AC, un desastre planetario, hace que el Mediterráneo suba su nivel en 40 o 50 metros con lo que Europa y parte de África queda sumergida. Una denominada Nueva Cartago surge como potencia hegemónica. Ésta civilización marca un férreo dominio sobre los restos de África, aunque en el aspecto científico y tecnológico no han avanzado prácticamente nada. Nueva Cartago se enfrenta a una amenaza creciente, como la del pueblo Zulú encabezado por Chaka, el denominado rey escarabajo. El auténtico Chaka organizó un ejército, que incluía regimientos femeninos, y con esos recursos conquistó un territorio de cerca de 500.000 km2 -las actuales provincias de Transvaal y Natal. Sus campañas asolaron el sur africano entre 1818 y 1828. Ese mismo año, fue asesinado por su hermano, Dingaan, quien le sucedió como gobernante
Bula Matari, apodo de un mercenario de nombre Indortes Hannón, se enfrentará a este Chaka alternativo. La novela es básicamente una historia de aventuras africanas en la línea de las que pudiera haber escrito H. Ridder Haggard.

En Érase una vez , Jose Carlos Canalda remonta su historia a los tiempos de la Roma imperial del siglo III. La invención de la imprenta en un remoto pasado, y la posibilidad de un intercambio asequible de la cultura, hace que el imperio se fortalezca y no exista el periodo de la edad media. Esta simple invención permite al autor, con un optimismo innegable, avanzar la sociedad hasta nuestros días donde unos estudiantes universitarios que precisamente hacen un estudio ucrónico, para ver que podría haber pasado si no se hubiera inventado la imprenta en un periodo histórico tan temprano. No contemplamos avances significativos o diferenciadores en esa sociedad, por lo que el autor mantiene la teoría de la estabilidad de la Historia. A pesar de la evolución divergente en esa sociedad sus resultados son prácticamente idénticos a la nuestra.
Ñ , escrita por David Soriano, presenta un curioso universo cuyo cambio ha sucedido en el siglo XIII, cuando la peste negra se ha cebado sobre la meseta. Los territorios mediterráneos encabezados por Cataluña han conseguido la hegemonía. España y Sudamérica son catalanohablantes, la capital de la República de Espanya es Lleida y existe un nacionalismo castellano de corte independentista. Soriano ha recreado la Transición Española desde un curioso punto de vista lleno de guiños hacia la verdadera. Los nacionalistas castellanos están encabezados por Emeterio Ruiz de la Barca-Fery, que es un trasunto de Joseph Tarradellas, y el trepador político Ruiz de Aznacod que se diría que recuerda a Jordi Pujol, aparte del parecido de su apellido con cierto político muy reconocible. Soriano también contempla que incluso en un mundo tan divergente las cosas han sucedido paralelamente. Una dictadura de treinta años y un paso lento hacia la democracia son los presupuestos de la ucronía. Usando este recurso ucrónico se permite criticar ferozmente a los políticos y a los títeres ultraderechistas, que son manejados por ellos; caso de los componentes de la organización Germandat de les Guaites de la Mare de Deu de Moserrat(Centinelas de la Virgen de Montserrat), o sea los Guerrilleros de Cristo Rey alternativos, aunque el autor se inclina mas a identificarlos con una especie de OJE al estilo franquista.

Probablemente la primera ucronía en la historia de la literatura española sea Cuatro siglos de buen gobierno. Augusto Uribe, es decir Agustín Jaureguizar, en La ciencia ficción española , nos habla de una novela escrita en 1897 por Nilo María Fabra que describe una ucronía utópica. Su punto de ruptura con la Historia real se produce en 1500 cuando el infante Don Miguel, nieto de los reyes Católicos e hijo del rey de Portugal, no muere a la edad de dos años –como así ocurrió realmente- sino que llega a gobernar. Este Rey unifica la península formando Iberia y, en su reinado consigue hacer de la misma una potencia que gobierna el mundo. Fabra, toma medidas, originalmente a través de Don Miguel, para modificar las situaciones y hechos del siglo XIX que a él no le gustan. A este respecto el relato se muestre como una ucronía optimista, ya que la intervención de ese Rey del pasado ha generado una sociedad muchísimo mas justa y con menos conflictos que la real.

Carlos Sáiz Cidoncha ganó el premio Pablo Rido con un relato corto, La derrota de la Grande Armada , que es una ucronía muy relativa. Sáiz nos describe como se produjo la derrota de la Armada Invencible; ésta no es tal y como la conocemos, sino que se debió a factores externos ajenos a lo ya conocido. Es una ucronía contraria totalmente a las tesis defendidas en Pavana , en la que la Armada consigue su fin, y la historia del mundo cambia hacia una sociedad más intolerante. La frase final resume la idea aportada: Mandé a mis naves a luchar contar hombres no contra el Diablo. El personaje fundamental del relato es la reina Isabel, a la que ayudará un nigromante a desbaratar los planes del Duque de Medinasidonia. El resultado para la Reina será un supuesto dominio mundial, lo que no difiere demasiado de lo que ocurrió realmente, pero con un terrible precio a cambio.

Juan Manuel Santiago da el título de Tierra de Venados a una historia que se desarrolla a finales del siglo XVI, en el que un gran proyecto de ingeniería se realiza en el nuevo mundo: la construcción de un canal que unirá el Pacífico con el Atlántico, cuatro siglos antes que el de Panamá. Felipe II, otra vez protagonista de una ucronía, se traslada a América para asistir a la inauguración de tan magno evento. La historia, escrita en un estilo epistolar en una gran extensión – envío de cartas al Rey por cada uno de los protagonistas-, recrea una época en la que España dominaba el mundo. La misma construcción del canal y su desenlace puede cambiar la historia del mundo. ¿Qué ocurrirá después? Santiago nos deja con la intriga. Hay que decir que esta ucronía podría haber sido real, ya que las técnicas de construcción que describe podrían ser teóricamente posibles en la época de referencia, si bien se habría antojado una empresa tan costosa que muy bien pudiera haber sido inviable económicamente, que no técnicamente. Destaca, por tanto, el relato por su habilidad para mostrar una historia posible sin forzar excesivamente la situación. Tal vez Felipe II no habría viajado jamás a América, pero es una licencia que se puede agradecer.

En Negras águilas , Eduardo Vaquerizo nos lleva a una realidad en la que el Imperio Español se mantiene hasta 1957, donde transcurre la acción. España domina el mundo, El Escorial no lo ha edificado Felipe II sino Juan IV, y la dinastía de emperadores y monarcas Habsburgo se ha mantenido en el poder. Por otra parte una epidemia ha matado a todos los caballos en Europa y la tecnología del vapor es la que está en pleno auge. Vaquerizo ha desarrollado un trhiller ambientado en una capital de España de corte muy influenciada por el periodo negro de los Habsburgos. El cambio histórico, y la sociedad derivada del mismo, se va desgranando mediante breves pinceladas que van conformando una historia mundial diferente. Conocemos cómo está dividida Europa, los aliados de España y la extensión del Imperio. Se diría que ese 1950 alternativo se asemeja más al siglo XIX que al XX. ¿Este retraso tecnológico se debió, tal vez, a la epidemia equina?

Fuego sobre San Juan cuyos autores son Pedro García Bilbao y Javier Sánchez, nos traslada a uno de los episodios más negros, por lo que supuso posteriormente, de la historia contemporánea de España: la pérdida de los últimos baluartes del imperio oceánico español. En efecto, esta historia se encuadra, fundamentalmente, a finales del siglo XIX, y concretamente refleja extensamente la batalla en San Juan contra las tropas expedicionarias norteamericanas. El desenlace de la batalla es diferente al conocido ya que, mediante un perfectamente plausible cambio de estrategia militar por parte de los españoles, se consigue expulsar a los norteamericanos y ganar esta batalla. El desencadenante para la modificación histórica es la batalla antes descrita que mueve al cambio a toda la historia mundial, puesto que España se convierte en una de las potencias marítimas del globo y la hegemonía norteamericana no llega a producirse.
Pedro G. Bilbao ha dicho de su novela: “Fuego sobre San Juan es una ucronía sobre la Guerra Civil Española en la que se aniquilan sus causas primeras y por ello no tiene lugar y los muertos los ponen los yankees”. Sin embargo se podría decir que la novela no es una ucronía sobre la Guerra Civil Española, sino exclusivamente sobre la Guerra de Cuba y la desaparición de los restos del imperio Español de ultramar. Por consecuencia, a pesar de las loables intenciones de los autores, el cambio cronológico no condicionaría la inexistencia de la Guerra Civil, simplemente desplazaría la rama temporal hacia otras perspectivas. Este relato es, muy posiblemente, una de las mejores ucronías que se han realizado en España. Para sostener esta afirmación basta con observar la profunda adecuación histórica al evento y los muchos estudios realizados por los autores sobre la época, lo que ha permitido crear una historia alternativa coherente, perfectamente plausible y que basa su credibilidad en el hábil manejo de unas tácticas militares reales, adecuadas a la historia y a la Historia. Poniendo un ejemplo de esta adecuación veremos que el capitán de navío Bustamante propuso realmente un plan alternativo al Almirante Cervera (aunque no es ésta la premisa que mantiene la novela), pero sí que existieron disensiones en la escuadra y planes alternativos, aunque estos, como ya sabemos, no llegaran a producirse. Anecdóticamente habría que referir la forma tan sibilina con la que estos dos autores eliminan a Francisco Franco. Un bombardeo de la escuadra yanqui en El Ferrol, mata a «Paquito, el hijo de aquel contador de la Armada, Franco…», impresionantemente frío y a su vez elegante, si una muerte lo puede ser, claro.
Pese a que es una ucronía “falseada”, si prescindimos del elemento de ciencia ficción, Fuego sobre San Juan es un ejemplo de ucronía construida sobre elementos reales y creíbles.

Hacia el final de la década de los 90, Ángel Torres Quesada publica una novela titulada Las grietas del tiempo . Esta novela es un ejemplo más de las que considero ucronía falseada. Intervienen en ella, como motor de la acción, una serie de viajeros del tiempo que modifican la historia. A partir de un suceso real y misterioso -según algunos admiradores de lo esotérico- como fue la caída de un meteorito en Tungusca, Torres modifica la historia del primer cuarto del siglo XX, haciendo que la primera guerra mundial no tenga lugar e incorporando avances científico-tecnológicos que se suceden de una manera inusitada. Uno de los principales factores que hacen a esta novela muy interesante es la incorporación como actores de personajes históricos muy conocidos. La interacción de los viajeros del tiempo hace que estos personajes cambien su dirección vital y se dediquen a otras cosas mucho más interesantes y productivas. Hitler es un pintor de relativa fama y Goebels pasa a ser un “creativo publicitario”. La Historia que ofrece Torres es mucho más benévola con la humanidad que la que tuvieron que padecer nuestros ancestros. ¿Pudo ser el mundo como se describe? Seguramente habría sido mejor. La novela contiene más elementos, space-opera entre otros, pero sólo nos hemos fijado en los de contenido ucrónico.

Juan Manuel Santiago es el autor de Confesiones de un papanatas de mierda , en la que homenajea la famosa novela El hombre en el Castillo . El cuento es una ucronía en la que Trotsky se hizo con el poder en la URSS en 1917 y Franco es el líder de las fuerzas Juanistas, seguidoras de Don Juan, padre del rey Juan Carlos, en una lucha para expulsar a los soviéticos de España, después de una Guerra Civil y una II Guerra Mundial muy diferente a la real. Nos encontramos en un universo paralelo en el que la hermana gemela de Philip K. Dick no murió al nacer y es una escritora de ciencia ficción. Santiago toca tangencialmente la Guerra Civil aunque su motor de cambio es la revolución bolchevique.

En el próximo artículo continuaremos nuestra particular historia contrafactual comenzando a partir de uno de los puntos Jumbar mas utilizados en la literatura ucrónica española: La Guerra Civil

© 2004 Alfonso Merelo Solá

6 comentarios

AMS -

Gracias MJ. La pena es que no nos veamos este año en Vigo.
A ver si pal año que viene en ... ¿Cordoba?
Di algo chiquilla

MJ -

Te mereces toda la suerte del mundo, a ver si pué sé ;)

Si no, te lo has meresío igual.

Un abrazo, Fonso y buen viaje a la patria del marisco.

MJ

AMS -

Hombre lo de Aznar y Cascos va a ser mas que ucronía fantasía pura y dura. Tal vez ciencia ficción :)

yatulosabespillín? -

Me asalta una duda:¿Admitiría vd como ucronía los "libros" publicados por los Aznar,Cascos y compañía?

Suerte chaval!

;-)

AMS -

Pues gracias.
Mas que contar con la suerte, habrá que contar los votos :)