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Carnavales judiciales

Carnavales judiciales

Como ya ha comentado muy bien mi colega bloguero, e incluso amigo, el escritor Rafael Marín un juzgado, el nº 1 de lo contencioso administrativo, ha prohibido cautelarmente la celebración de actos de calle en la ciudad de Tenerife durante los carnavales. Este auto viene a ratificar una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que reconocía que la celebración de las fiestas en el centro de la ciudad «viola los derechos fundamentales» y el ruido no debe sobrepasar los 55 decibelios. El juez que dicta el auto, en ejecución de las sentencia supongo, se limita a prohibir cautelarmente que el Ayuntamiento pueda hacer actos musicales en la calle.


Ante esta toma de posición de la justicia cabe poca cosa que decir. El Tribunal Superior dice una obviedad y es que en los carnavales, o en las fiestas, hay ruido. ¡Claro! ¿qué esperan ustedes de una fiesta callejera? Y el Carnaval, el de verdad, es lo que tiene: que se vive en la calle. Y se canta, y se ríe, y se baila, y se come, y se bebe, y se fo...menta el acercamiento entre los sexos opuestos o contiguos.

Yo comprendo, cualquiera puede hacerlo, que el nivel de jolgorio, y por ende de ruido, en esas circunstancias, las carnavalescas, es superior a la media, muy superior. Y que la molestia para los vecinos puede ser muy molesta, valga la redundancia. Pero también hay que considerar que sólo es una semana al año y que el beneficio para la mayoría supera el perjuicio para la minoría. Por otra parte los ofendidos vecinos no es que quieran que Los Carnavales, con mayúscula como tiene que ser, no se celebren, no. Lo que quieren es que se celebren en otro sitio donde a ellos no les moleste. Así ellos disfrutan de Los Carnavales, pero que se fastidien y molesten otros vecinos. Hombre, no es serio.

Pero independientemente de eso lo que me resulta curioso es que se puedan dictar autos que son, y el juez lo debe saber, de imposible cumplimiento. Porque si bien podrá obligarse al Ayuntamiento de Tenerife a no montar bailes públicos con música ¿cómo se va a impedir que la gente salga a la calle disfrazada y monte la fiesta por su cuenta? ¿Se ha dado cuenta el juez, o el tribunal, que su auto es ponerle puertas al campo? ¿Con qué medios va a obligar a ejecutar el auto? ¿Policías? ¿Se va a multar a 300.000 personas? Creo que es imposible.

Una de las condiciones para que un contrato sea válido es el de que su contenido sea posible. Una ley tiene que ser posible de cumplir y un auto también. Me dirán que esta no es imposible. Pues, ¡hombre! imposible, imposible, no, pero casi. Y sobre todo el problema es que por proteger los derechos de unos pocos, que los tienen eso es claro, se conculcan los derechos de cientos de miles. En derecho penal se usa mucho la expresión de “alarma social” para agravar penas, para denegar permisos carcelarios o fianzas. Pues por analogía el juez, o los jueces, deberían haber pensado las consecuencias de sus autos. ¿Se protege a la sociedad o todo lo contrario?

Ahora bien, si esto sigue adelante en Semana Santa pienso demandar a todas la cofradías por impedirme entrar en mi casa, o en el bar de la esquina, mientras pasan. Y al obispado si se tercia. ¿Admitiría un juez una demanda de este tipo? No lo sé pero lo dudo mucho.

Y si se generaliza la cosa que se vaya preparando El Rocio -¿no invaden con sus carretas las marismas?, La Feria de Sevilla, Los San Fermines y no digamos nada de las Fallas de Valencia que, otra cosa no sé, pero ruido todo el que quieran y más. Y me dejo el desfile de las Fuerzas Armadas con sus tanques y demás que seguro que pasan de los 55 decibelios.
© Alfonso Merelo 2007




4 comentarios

escritor1 -

Ej que en estos Carnavales está arrasando el disfraz de juez... y sin lentejuelas.

Manuel Nicolás -

Elemental, querido Alfonson.
La ley debe de aplicarse en un contexto social. Sin ese contexto, la ley queda ridícula.
Puedo entender que un vecino al que le ponen una discoteca debajo de su casa y no pueda dormir, demande al festexeiro.
Pero sentenciar un evento cultural y social que se produce una sola vez al año, a menos de 55 decibelios, es simple y llanamente ridículo.
Saludos y viva el carnaval.

AMS -

Decía el cuarteto de rota hace muchos años:
Que no, que no,
que no quermos ser europeos.
Porque, porque
si le quitas el euro
queda un sonido muy feo.
Pues eso.
Si esto es ser modernos, ¡Quiero ser antiguo!
Que cosas.

Alós -

Semos urupeos, semos ridículos.

Un saludín