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- MEMORANDO -

El modosito

El  modosito

Ya se ha destapado la caja de los truenos, o de la ordinariez. Si es que no hay nada mas que rebuscar un poquito en lo que mas duele, molesta o chincha para que el verdadero carácter carpetovetónico salga al exterior

Pasó con un ex presidente de bigote y melenita cuando le metió en el pecho un bolígrafo a una periodista y ahora le ha tocado al segundo de abordo Sr. Rajoy. Ese líder tan moderado de la derecha centrista ha soltado un sonoro ¡coño! porque le molestaba lo que unos periodistas - sin duda rojos, prisistas, separatistas, amigos de los terroristas, zapatistas, e incluso puede que mariconistas-.

La pregunta era sobre la guerra de Irak y que ya que se fue a la guerra porque había armas y como resulta que no los hubo nunca, que menos que decir ¡metimos la pata, la verdad! Pero eso es demasiado decir para la soberbia de los salvapatrias de turno. Es mejor decir ¡coño! que explicar que se equivocó.

Es esa manera de vivir y de ser que no admite que se pueda uno equivocar y que cuando lo hace ni siquiera es capaz de comprenderlo y menos disculparse. Esa manera de ser lleva a extremos tan ridículos como exigir a un Gobierno lo que tiene que hacer, declaraciones exigiendo que no se excarcele al asesino De Juana Chaos, cuando nadie está capacitado para exigir nada de un gobierno salvo en las urnas, donde ya se encarga el votante de poner a cada uno en su sitio.

Es una pena tener un país dividido en dos. No hemos aprendido nada y lo que es mas raro no lo hemos aprendido los que ni siquiera vivimos en la peor época franquista. No es cuestión de decir que la culpa es únicamente de la derecha cavernaria, la culpa va a ser de todos que no tenemos ganas de dialogar y de tratar de mejorar nuestro País. Parece que sólo nos gusta el insulto y la turbamulta. Y así no vamos a ningún lado.

Que pena, que gran pena.

©Alfonso Merelo 2007

4 comentarios

Manuel -

El PP se equivoco gravemente al hacer caso de las patrañas del Bush ese de las narices (ese tio esta mas loco que el Bin Laden). Pero hablando de equivocaciones me ha gustado mucho las del presidente del gobierno al romper la tregua ETA hechandole las culpas a la organizacion terrorista y al PP (el presidente por supuesto no se equivoca nunca). En fin que esto debe de ser asi.

Manuel Nicolás -

Jarl. D, Alfonso, eres un torpedo viajero sexual. No puedo, no puedo. Me tienes que enseñar el diodeno de tiempo vaginal y de donde lo sacas.
Feliz viaje y cuidadín con la penemérita.

AMS -

Es siempre un placer intelectual leer sus disquisiciones, así que no se prive, D. Nicolas.
Hasta mañana que parto hacia la capital del imperio en breves minutos.

Manuel Nicolás -

Penas políticas que me asolan y me hacen no vivir en mí:
Seguimos dándole candela al dichoso tema de las dos Españas, aunque esto debería ser un tema superado hace ya tiempo en, por ejemplo, cien pueblos.
Las elecciones se han convertido, salvo honrosas excepciones, en votos de castigo al partido que nos cae mal, por lo que ha hecho o por lo que presumiblemente hará. Eso de molestarse en leer el programa electoral ha caído en desuso (si es que ha estado en uso alguna vez) casi tanto como el leer libros en general.
Es normal y hasta casi diría que bueno, que existan diferentes ideologías. Lo que no es bueno en ningún caso es que se haya roto la posibilidad del pacto de estado en casos importantes. Ahora mismo, es imposible ponerse de acuerdo en materia antiterrorista, de inmigración y de modelo de estado. Y me da igual quien haya roto la posibilidad, el caso es que está rota.
La política ha invadido la separación de poderes de Montesquieu. Incluso ha absorbido al cuarto, los medios de comunicación. Es difícil, por no decir imposible, encontrar una institución del estado que no esté politizada. Pero es cualquier periódico o informativo también. Mal asunto.
El índice de abstención general actual varía del 39 al 49%. Esto significa que casi la mitad de la población se queda en su casa jugando a la playstation, viendo la tele, saliendo para el pueblo o leyendo (que más quisiera yo). Lo que debiera ser un toque de alarma general para los partidos políticos se ha convertido en algo asumido como normal, e incluso despreciado. Pues de normal, nada.
El tono habitual apreciado en la actualidad política maneja con soltura el insulto, el menosprecio, la postura dogmática y cerril, el paletismo, la demagogia y el echarle las culpas siempre al contrario, por rojo ¿y/o? fascista. El ejercicio de autocrítica es inapreciable, por no decir inexistente.
La población, en mi humilde opinión, maneja y padece otro tipo de preocupaciones. El sueldo, el trabajo, la hipoteca, la vivienda, la familia, la educación y lo que quieran añadir.
Y ya paro y te pido disculpas, Don Alfonso, que se me ha ido la olla.
Saludos