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- MEMORANDO -

397. Baraka

 

 

En memoria de los fallecidos en el accidente de Barajas.

Los sufíes hablan de tener baraka (aliento de vida, esencia de vida) para referirse a la suerte que puedan tener las personas cuando se enfrenta a la muerte. Ese “aliento de vida” es el que proporciona a los “elegidos” una capacidad de sobrevivir a los peligros de la vida.

Nosotros hablamos de “potra” o “surte” cuando nos libramos de algún peligro que nos acecha. Esta suerte siempre es a posteriori y nos reconcilia con el mundo al creernos que tenemos algo de lo que carecen los demás. Pero realmente es solamente una casualidad en este caos de universo en el que nos movemos.

Yo, ya lo saben, soy un descreído y por tanto lo de la predestinación me parece una estupidez, aunque si seguimos los últimos avances de la física teórica parece que el tiempo está ya desarrollado en su totalidad y si es así ya hemos hecho todo lo que teníamos que hacer sólo que no lo percibimos. Pero como esto último no lo entiendo, sin duda debido a mis cortas entendederas, pienso que todo esto es simplemente una afortunada casualidad.

Técnicamente me he librado de la muerte dos veces por los pelos. La primera de ellas cuando dos segundos después de pasar por un lugar concreto cayó a nuestra espalda un macetero desprendido de un edificio. El macetero era de dimensiones considerables y si nos llega a impactar nos hubiera hecho mucho daño o algo peor. La segunda oportunidad de la parca se produjo en la carretera del Palmar de Troya (no, no íbamos a ver al “papa” Clemente, cuando saliendo de una curva me encontré con un automóvil de frente que adelantaba a varios en plena curva y se encontraba en mi carril. Lo conseguí esquivar a duras penas y evité que nos estrelláramos contra un árbol. La tercera ocasión fue menos inminente y ocurrió en Londres en el año 2005 un siete de julio, el día de los atentados terroristas. Íbamos a subir al metro en la estación de Notting Hill Gate cuando recibí una llamada de trabajo y tuve que esperar media hora para hablar con una persona. Eso nos impidió llegar al metro. Así que parece que en circunstancias comprometidas tengo “baraka”, o la tiene mi mujer porque siempre me han pasado cosas con ella. Tal vez la tengamos los dos conjuntamente. En cualquier caso está claro que sólo son casualidades y nada mas que eso.

Ayer, el terrible accidente del avión de Spanair, dio pábulo a la crónica periodística sobre los supervivientes. Los heridos han salvado su vida porque viajaban en la parte delantera del avión, la que no se incendió. Y otros se salvaron del accidente por llegar tarde a la facturación o al embarque. Uno de los pasajeros que no consiguió embarcar comentaba que celebrará el día 20 como su segundo cumpleaños. ¿Suerte? ¿Baraka? ¿Casualidad? Tal vez no sea nada de eso o lo sea todo.

He volado decenas de veces, y varias de ellas en los McDonnel Douglas MD-82. Seguro que lo seguiré haciendo. Pero, a partir de ahora, si puedo, evitaré los asientos de cola en esos modelos, y las alas –donde van situados los depósitos de combustible- en todos los demás.

(c) Alfonso Merelo 2008

 

2 comentarios

Anónimo -

Mi falta de creencias es notable, y por tanto no puedo asumir lo de tener suerte o no. Es pura casualidad como ya se cuentqa en el post

Francisco Javier Illán Vivas -

También, como en aquella película del Sargento York, cuando lleva tu nombre, te pongas donde te pongas, te alcanza. Y supongo que ocurre seamos de un lado u otro de la línea que se quiera.