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- MEMORANDO -

559. Inverecundo, mas que inverecundo

El arte del insulto se va perdiendo cada vez más (no es de extrañar pues la falta de habilidad en el lenguaje es cada vez mas notable). En estos tiempos que corren el insulto refinado ha sido suplantado por el exabrupto y por la palabra gruesa. No se sabe ya insultar de manera inteligente. Se tiende a lo mas primario, y dado la insuficiencia léxica de nuestros congéneres la manera de dirigirse al otro en actitud insultante se reduce a palabras sin mas. “Cabrón” o “Hijoputa” son las mas usadas dentro del escaso vocabulario insultativo contemporáneo. Conociendo esas dos palabras, y he dicho bien lo de dos porque el oír decir hijo de puta denota ya un alto nivel en el insultador, se tienen los mimbres suficientes para que en cualquier ocasión se pueda uno desahogar con el de enfrente. En un semáforo, en el fútbol, en la calle, en la tele en cualquier lugar o situación pueden emplearse para atacar al de enfrente. Si se dispone de alguna neurona mas se puede recurrir a la palabra “mamón” y también a la de “capullo” que combinadas entre si dan una variedad mínima.

Veáse una de las canciones de South Park, una serie gamberra y muy tenida en cuenta por algunos:

“Eres un cabron hijo puta, un mamon un perrodetas, hijo puta

Tu eres un capullo, un cabron, te jodes por ser tan mamon

Tu eres el cabron hijo puta, el mamon y el perrodetas, hijo puta

Tu eres un mamon y un capullon, que le polla un peta al muy cabron“

En realidad la variedad es nula. Apenas cuatro palabras que, repetidas, refuerzan la intención de herir al otro.

El insulto supone herir al otro y hay que recordar que sólo insulta el que puede no el que quiere. Recordemos que a Gaspar Llamazares, en uso de la palabra en el hemiciclo, algún diputado de la derecha le gritó “maricón”, a lo que, con agudeza, contestó: “Si cree que con eso me insulta, se equivoca”. Ese insulto es una muestra de zafiedad muy diferente al cruce dialéctico que hubo entre dos diputados de principios de siglo. Un diputado de la oposición criticaba una ley presentada por otro diputado del gobierno, y remataba con esta frase: Y además ¿cómo podemos considerar su propuesta, si es público y notorio que usa usted calzoncillos de lunares? A lo que el diputado aludido replico: Nunca pensé que su señora esposa fuera tan indiscreta. Este insulto es mucho mas refinado que llamar directamente “cabrón” a su señoría, aunque se hace alusión a una tercera persona que es ajena al rifirrafe.

Podríamos recordar también un insulto aplazado como la de aquel seguidor del Cádiz que, entrando en el campo antes de empezar el partido, se dirigió al árbitro de esta manera: “Arbitro, te advierto que puedo cagarme en tu puta madre”. Como verán es simplemente un toque de atención hacia el trencilla, puesto que no lo insulta en ese momento sino que le avisas que de portarse mal con el Cádiz actuará en consecuencia.

El otro día la Vicepresidenta Elena Salgado pronunció una palabra refiriéndose a sus señorías del PP que nadie entendió. La palabra en cuestión fue inverecundia “la inverecundia del PP es notable”. Lo primero que se oyó por allí fue : ¡Uyyyyy lo que ha dicho! Pues nada demasiado gordo, inverecundia es simplemente desfachatez. Así que un inverecundo es un desvergonzado.

Por el tono se puede deducir que te están insultando aunque no conozcas el significado de la palabra o bien que la palabra sea totalmente diferente al propósito. Papa frita usada en según que contexto puede ser un insulto pues llamas al otro “simple” en su acepción de “tonto”. Que más simple que una papa frita, independientemente de lo rica que está.

Traigo aquí unas frases cortantes que se pronunciaron en una cena. La finura del inuslto es notable.

- Winston, si fueses mi esposo, envenenaría tu café (Lady Astor a Winston Churchill en una cena)

- Madam, si fuese tu esposo, debería beberlo (Churchill contestando a Lady Astor)

Los dos esmeran su ingenio para herir al otro. Ambos quedan muy tocados, pero el que ríe el último ríe mejor.

Vamos con alguna propuesta de insultos disimulados, procedentes del genio de Hergé a través del Capitán Haddock

- Tu siempre tan anacoluto (que no es capaz de construir una frase coherente)

- Eres un archipámpano (persona que se cree que tiene una autoridad que no tiene)

- Bachi-buzuk (Fueron mercenarios otomanos con fama de indisciplinados, mal cabeza).

- Bibéndum (nombre de la mascota de Michelín)

- Cercopiteco (Mono catarrino, propio de África,)

- Vende-guano (el guano es el excremento de aves marinas)

Recomendación final:

No me sean tan simples como el mecanismo de un chupete y esfuércense cuando tengan necesidad de insultar a alguien. No valen las exclamaciones, hay que ser inteligente. No sean inopes en el lenguaje.

© Alfonso Merelo 2009

3 comentarios

Violeta -

Por cierto, al papafrita, hay que añadirle el carapapa, jajajajajajaja. El papafrita lo he oído a menudo por Cadiz, y Carapapa por Jerez. Nada, que las patatas tienen la culpa!!

Violeta -

Aplausos y ovación!! Me ha encantado tu entrada y no veas la de vocabulario que he adquirido.
A partir de ahora me pensaré que "palabro" usar para insultar a alguien. Jajajajajaja.
Besotes

juegos de estrategia -

Muy buen articulo!! desde luego los chavales de hoy en dia tienen poco arte, bueno, por el sur algo se conserva
soulheroes.com, saludos