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- MEMORANDO -

623. La que se nos viene encima.

La Moncloa

La noticia saltó ayer en el País: El Gobierno modificará la negociación colectiva para todos los convenios que se firmen a partir de ahora.

Pues sí señores. Se acabaron los derechos reconocidos en anteriores convenios para los trabajadores. Es decir: la negociación colectiva pasará a ser una entelequia ya que los empresarios y los sindicatos no tienen que partir de convenios anteriores para firmar los nuevos. Ocurrirá que si el convenio del año 2009 preveía un salario mínimo para el sector de 700 euros, pongamos por caso, el nuevo convenio, puede fijarlo en 500, o 400, puesto que no hay que respetar los acuerdos habidos en los anteriores.

En esta nueva ley de negociación también se deja abierta la regulación de la edad de jubilación obligatoria que puede ser mayor que la fijada con carácter estatal. Así se pasaría de 67 años, cuando esté vigente, a lo que fijara el convenio 68, 69 o 70 o lo que se estipulara, aunque se  acuerda un techo máximo de 80 años para los hombres y 82 para las mujeres. Indudablemente se ha tenido en cuenta la mayor longevidad de las mujeres para fijar ese máximo. Es muy probable que un porcentaje muy elevado de trabajadores nunca cobre su pensión pues morirá en su puesto de trabajo. Desde luego, ahorro sí que va a suponer.

Otra de las modificaciones que se incorporan es que si no se llega a un acuerdo en el nuevo convenio el antiguo no queda prorrogado automáticamente, como venía ocurriendo hasta ahora. Por tanto la empresa podrá “legislar” por su cuenta y decidir lo que va a hacer “individualmente” con cada trabajador. Queda abierta la posibilidad de rebajas de sueldo o eliminación de beneficios sociales ya que los sindicatos no podrán interponer ninguna objeción al no tener convenio que lo respalde.

También recoge esta nueva legislación la posibilidad de que en convenio, esto sí exige la firma por las dos partes, la empresa pueda dejar de abonar las cuotas a la seguridad social y que ésta sustituya esa aportación a un seguro privado de pensiones y de atención médica. Estamos, por tanto, ante el primer paso para desmantelar las pensiones y la Seguridad Social tal y como la conocemos. El modelo pasaría a ser muy similar al norteamericano en las prestaciones y en los modos de actuar, con la salvedad de que la atención médica básica está garantizada. Queda por regular qué ocurre entonces con las aportaciones ya realizadas a la Seguridad Social que el Gobierno deberá pactar con el PP. Desde luego las noticias no pueden ser más desalentadoras y parece que vamos de cabeza a la ultraliberalidad del mercado de trabajo.

También se han oído rumores de las nuevas medidas para la función pública, puesto que se pretende rebajar otro 5% anual los sueldos de funcionarios durante los siguientes dos años. Esto conllevaría una reducción del 15% entre 2010-2012, con lo que el colectivo perdería entre un 20 y 25% de poder adquisitivo a finales de ese año. La otra alternativa es la de expulsar a unos 200.000 empleados públicos de las diversas administraciones y aumentar las jornadas de trabajo de 37,5 horas  semanales a 45 para así paliar la pérdida de esos empleos y mantener la actividad de la administración. De manera inmediata el primer colectivo a “atacar” sería los enfermeros y enfermeras. Los estudios demuestran que las tareas técnicas de éstos las puede hacer un médico (pinchazos, analíticas, curas etc.) y la otras mas de “mantenimiento” (lavar enfermos, llevarlos y traerlos…) sería asumidos por los auxiliares de clínica que son mucho más baratos en coste laboral.

Los pensionistas tampoco se van a ver libres de estos “recortes” en los próximos años. La congelación de las pensiones será por tiempo indefinido como ya han pactado PP y PSOE en una de las pocas iniciativas que han llegado a término. Llegan tiempos muy malos para esto de la economía.

Al parecer, y eso es sólo mi opinión, la vaselina también tendrán que pagarla los trabajadores, no vaya a ser que se molesten los señoritos al ir a comprarla a la farmacia.

Espero, y deseo encomendándome a todas las deidades habidas y por haber, que el año 2011 cambien un poquito la cosa y que las circunstancias  económicas del “mercado de los cojones” mejoren un poco y no tengamos que ver las medidas anteriores ejecutadas en su totalidad, aunque me temo lo "pedor".

  © Alfonso Merelo 2010

2 comentarios

Anónimo -

Es todo verdad. Que yo lo he visto.

Manuel Nicolás -

Madre mía, don Argalfonso, he vuelto a picar un año más. Es que escribe usted con tanta verosimilitud que DA MUCHO MIEDO.
Lo malo es que lo de la vaselina ya es una realidad, con broma o sin ella.
Feliz año, Firloyo mío.