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- MEMORANDO -

2013-3 Cojan el primer vuelo a Londres… y a servir cafés.

 

 

Mañana comienza el segundo trimestre en la enseñanza universitaria –y no universitaria- en casi todas las Comunidades Autónomas. Los alumnos y los profesores vuelven a las aulas para recibir formación, mejor o peor, e intentar, unos, preparar y, otros, ser preparados para el futuro. El estado español, es decir todos nosotros ciudadanos españoles, se gasta un pastizal, mejor dicho invierte un buen dinero, en preparar a universitarios para el futuro. La educación es una inversión a medio o largo plazo. Como toda inversión debe de dar réditos para el inversor. Al parecer eso es muy complicado en este país. Formamos jóvenes con grandes posibilidades. Pese a la campaña gubernamental para denigrar los estudios universitarios, la mayoría de nuestros titulados tienen un buen nivel formativo. En muchos casos, y titulaciones, esta formación está en igualdad de condiciones con cualquier otra del mundo y en algunas es superior en muchos aspectos.

 

Toda esta formación se va por el estercolero  desde el momento en que no existen salidas profesionales para nuestros titulados. Y no las hay porque no existe posibilidad de empleabilidad a corto o medio plazo. España se ha convertido en un lugar donde no se necesitan titulados universitarios porque no hay lugar para ellos en el mercado laboral. Somos un país de gobiernos mediocres, empresarios mediocres y ciudadanos mediocres. Cualquiera que se salga de la mediocridad, y la formación universitaria es una manera de salir de ella, parece que está mal visto. Un mediocre hace lo que lo que le mandan o lo que todo el mundo hace, no piensa demasiado y se conforma con lo que ve o lee, si es que lo hace. Seguramente eso interesa a nuestros mediocres mandatarios para que nadie pueda decirles algo que les incomode y demostrarles en sus caras que son perfectamente prescindibles pues lo único que saben hacer es nada y además lo hacen mal.

 

¿Tiene lógica que nos gastemos un dineral en formación y una vez tengamos a nuestros jóvenes preparados se tengan que marchar a trabajar al extranjero? ¿Somos tan imbéciles que le estamos pagando la formación a Alemania, Inglaterra, Francia, Bélgica etc. a cambio de nada? Es de locos el decirle a nuestros titulados que se busquen el trabajo en otro sitio porque aquí no sirven para nada. Eso lo dicen nuestros mediocres empresarios –recordar las declaraciones en que se enviaba a Laponia a nuestros jóvenes- y nuestros políticos de medio pelo. Hace unos días el consejero de de Empresa y Ocupación de la Generalitat catalana, Francesc Xavier Mena, decía textualmente:

 

“Aquí estamos en una comparecencia y no podemos adoptar esta dinámica, pero me gustaría que aquí levantara la mano quien tenga suficiente fluidez con el inglés. Porque si no lo tienen, cojan el primer vuelo a Londres… y a servir cafés.”

 

No puedo ni calificar las palabras de este ilustre prócer, pero demuestran una falta de empatía absoluta. En vez de intentar diseñar planes de empleo para que los jóvenes puedan tener posibilidades de empezar sus vidas independientemente les dice que aprendan inglés sirviendo de camareros. Y cuando vuelvan con un inglés fluido ¿los ponemos a trabajar de camareros para que los turistas no se tengan que esforzar hablando en castellano? ¿Eso es lo que quieren, un país de camareros y doncellas de habitación? Quieren un país de siervos sumisos sin ninguna posibilidad de mejora, así podrán medrar a sus anchas al servicio de sus intereses bastardos. Tendremos que cambiar eso.

© AMS 2013

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