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- MEMORANDO -

502. Piscis de Zhintra: el personaje

Para escribir acerca del personaje Piscis de Zhintra es preciso delimitar éste en relación con algunos de los más empleados estereotipos de la novela de aventuras. Porque éste personaje, creado por Víctor Conde allá en el año 2002, vive de múltiples referencias que se han desarrollado en lo que denominamos, a falta de algo mas definitorio, literatura Pulp – el equivalente en España sería lo que hemos venido en llamar novelas de duro o bolsilibros-, porque no cabe duda que Conde conoce y gusta de este tipo de literatura.

 

Pero si tenemos que encuadrar al personaje, del que después describiremos sus características, dentro de un subgénero o estilo de escritura, tendremos que definir mínimamente lo que es o supone la literatura Pulp.

 

Aunque el nombre provenga del material con que estaban realizadas una serie de revistas,[1] el contenido, o mejor la forma narrativa, se remonta a las novelas folletinescas del siglo XIX. Barrientos y Rodríguez dicen de la literatura popular (pulp): “Un rasgo indiscutible en la caracterización de los libros populares es el de su destino como textos para el consumo de los extensos sectores semiletrados que concentran en ellos su tiempo de ocio y proyectan también sobre ellos el imaginario colectivo”[2]. Este rasgo implicaría su baja calidad ya que se orientarían hacia el consumo por lectores no excesivamente preparados y de extracción social baja. Este carácter, sin embargo, no sería óbice para que pudieran surgir obras con calidad literaria suficiente para ser consideradas literatura con mayúsculas. Como dice Martínez de la Hidalga[3], escritores de la talla de Dumas o Dickens, Stevenson o London cultivaron este tipo de literatura. Posteriormente, ya en el siglo XX, el género negro, tan revindicado actualmente, se iniciaría en estas publicaciones Pulp en los USA, donde se desarrollaría la literatura de los hard boiled con autores tan conocidos como Raymond Chandler,  Dashiell Hammett o Mickey Spillane.

 

La literatura popular se rige por unas características definitorias que se convierten casi en norma de obligado cumplimiento para el escritor. La básica y fundamental es la acción. Ésta debe de estar presente en todos los relatos, puesto que estamos hablando de uno de los pilares de esta literatura: la diversión o  la distracción. También debe contener algunos estereotipos uno de los cuales, y principal, es el héroe. Este héroe debe ser especial, diferente al común de los mortales, y habitualmente suele serlo. Entre principales cualidades deben de figurar la buena presencia, ser guapo ayuda mucho, la fortaleza física, la inteligencia y tener rasgos arquetípicos que le acerquen al canon humano. En definitiva una serie de cualidades que le pongan por encima del espectador o lector. Por contraposición a éste héroe, y como compensación, debe existir uno o varios malvados que, al enfrentarse al héroe, reafirmen las características fundamentales de éste.

 

Si estas características básicas pertenecen a toda la literatura de evasión, popular o pulp, como quieran denominarla, la ciencia ficción, entendida como un subgénero del fantástico, posee unas características de reconocimiento especiales. A lo largo del tiempo, y desde que Gernsback[4] acuñara el término, una serie de iconos han ido prendiendo en el inconsciente colectivo que la hacen identificable.

 

Si hablamos de subgéneros dentro de la propia ciencia ficción, lo que conocemos como Space Opera es el que mas se aproxima a la literatura de folletín o pulp. Los grandes imperios, las batallas espaciales y los héroes aguerridos jalonan el género desde los lejanos tiempos de La legión del espacio[5] hasta los modernos de Hyperión. Y es dentro de la más espectacular Space Opera donde hace su aparición el personaje Piscis de Zhintra.

 

La protagonista, con doce años de edad real, pero con 25 años de cuerpo y vivencias, es una auténtica heroína galáctica. Un metro ochenta y cinco de altura, ojos negros, pelo negro, con tendencia a la promiscuidad y aficionada a pasear desnuda por su nave espacial. Desde luego para los varones es muy atractiva y Conde se aprovecha de los más “viles” estereotipos masculinos para hacer sugerente a su protagonista. Piscis posee cualidades tomadas de las heroínas mas conocidas de la ciencia ficción, comenzando por Barbarella -en la versión de Jane Fonda y Roger Vadim-, Ghita de Alizarr, de Frank Thorne – de la que hereda su parca vestimenta y ese descaro de vocabulario-, de la comandante Alice Cooper del Orden Estelar escrita por A. Thorkent[6]- cierto porte aristocrático, incluso estando desnuda- o la Lorna de Alfonso Azpiri – una de las mas explosivas heroínas de la historieta española-.

 

Hemos visto que nuestra protagonista recoge características de otros personajes anteriores que Conde mezcla de manera muy obvia, buscando el exceso para atrapar al lector. Este exceso, pese a ser excesivo valga la redundancia, está tan bien administrado que levanta una sonrisa de complicidad ante lo que estamos leyendo – la escena de la entrada en la fortaleza es impagable-. Piscis se gana al lector precisamente porque es un personaje desmesurado, exagerado hasta el límite y con el que es imposible no sentir empatía. ¿Acaso Superman, o su prima Kara,  no son excesivos? ¿No son desmesurados los Jedis? Por supuesto. Precisamente en eso reside su atractivo. Estos héroes son un recordatorio de lo que nos gustaría ser. En este caso, y puesto que se trata de literatura “popular”, este personaje, Piscis, es muy físico, tanto en su comportamiento social como en su comportamiento guerrero. Es en estos rasgos donde se ha creído ver un peligroso machismo en el personaje creado. Pero habría que decir que, pese a que Conde usa trucos masculinos evidentes para crear el personaje, – si me perdonan, hay que decir que Piscis está muy buena - su comportamiento no es precisamente el de una mujer sometida al macho. Antes al contrario, sus relaciones están al margen de lo que se considera políticamente correcto y tenemos que tener en cuenta que, además, estamos viajando a un mundo fantástico, imaginario, en el que las relaciones son las que crea  el escritor, y no necesariamente éste comparte los puntos de vista y las actuaciones de sus personajes.

 

Victor Conde ha creado un nuevo estereotipo de heroína que, al menos en la ciencia-ficción española, dará que hablar. Seguramente pasará a formar parte del panteón de heroínas espaciales y será recordada junto a Barbarella, Ivanova, Ripley, Alice Cooper, Leia, Altaira o Siete de nueve.

 

Y ahora, puesto que hemos repasado algunas de las interpretaciones de heroínas en la pantalla, les hago la pregunta: ¿quién podría representar el papel de Piscis? Desde aquí ofrecemos varias posibilidades. La primera posibilidad podría ser Terry Farrel. Es suficientemente potente y espectacular para el papel. Por otra parte la ex vigilante de la playa, Pamela Anderson, daría el tipo, tal vez excesivo, de no ser por su corta estatura.

 

Y mi favorita para el papel es sin lugar a dudas Elsa Pataki. Pese a su limitación como actriz les aseguro que físicamente no tiene objeciones. Jueguen ustedes con otras posibilidades y mientras lo piensan les recomiendo que se sumerjan  en las aventuras de Piscis. Seguro que las disfrutan.

 

© Alfonso Merelo 2005-2008

   



[1] Los pulp magazines son aquellas publicaciones de contenido literario en un formato stándar de 25,4 x 17,7 cm, impresas en papel barato y basto, deleznable y sin guillotinar, confeccionado con pulpa de madera. Constaban (cuando no estuvieron sujetas a las restricciones de guerra) de al menos cien páginas, con llamativas cubiertas a color y un precio que oscilaba entre los diez y los veinticinco centavos. Armando Boix en  http://www.ciencia-ficcion.com/glosario/p/pulps.htm

[2] Alvarez Barrientos, Joaquín y Rodríguez Sánchez de León, Maria José: Diccionario de literatura popular española. Ed. Colegio de España. Madrid , 1977

[3] Martínez de la Hidalga, Fernando. La novela Popular en España. Editorial Robel. Madrid 2000. pág. 16

[4] Hugo  Gernsback fue el fundador de la revista Amazing Stories, que a partir de 1927 incluiría cierto tipo de relatos que ya son claramente pertenecientes al género literario, relativamente novedoso en la época, llamado ciencia ficción.

[5] La legión del espacio.

[6] A. Thorkent es el seudónimo de Ángel Torres Quesada, autor español de multitud de novelas y relatos, entre los que se puede destacar Los vientos del olvido o la Trilogía de las Islas.

 

 

2 comentarios

AMS -

Estamos en la ciencia ficción. ¿Desarrollo rápido tal vez? Tiene 12 años de "vida" peor ha madurado hasta los 25. Si es que hay que viajer mas :)

Manuel Nicolás -

Una pregunta tonta:
¿Como se pueden tener 12 años reales y 25 de cuerpo y vivencias?.
Por lo demás, estupenda heroína intergaláctica.