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- MEMORANDO -

488. Villancicos "navidoños"

 

 

"Arboliglio jolgórico villanciquense"

Ahora que llegan -que ya están aquí como los poltergeist-   los jolgorios de la Navidad, o, como dicen los idólatras, descreídos, ateos y rojos en general, “fiestas del solsticio de invierno”, no estaría de mas dar un repasito al género cantarín del villancico, que tantas gracias reporta a los cantores, y menos a los sufridos escuchantes que han de soportar los continuos desafinos y malas voces en general.

Porque desde hace un mes, o mas, cada vez que entra usted en un sitio consumista de esos que tanto abundan, vulgo hipermercado, centro comercial o tienda exclusiva, le machacan a uno con esas canciones recurrentes, que de tanto escucharlas ya hasta se nos olvidan las letras. Porque nos sabemos la melodía pero ¿se han parado a escuchar la letras de muchos de ellos? A demás de las loas, los glorias in excelsis y otras cosas mas o menos sacras, muchas de la letras son, al menos, curiosas.

Repasemos algunos de los mas conocidos y lo que dicen:

Recogido tu rebaño

¿a dónde vas pastorcillo?

Voy a llevar al portal

requesón, manteca y vino.

Pero vamos a ver ¿cómo le vas a llevar a un bebé requesón, manteca y vino? ¿Pero qué clase de degenerado eres, pastorcillo, que quieres emborrachar y cebar al niño? Vale lo del incienso, el oro y la mirra (aunque se atufe? Pero ¿vino? Anda ya, corruptor

Noches blancas de hospital,

dejad el llanto esta noche,

que el Niño está por llegar,

Este es de los villancicos para sufridores: estás  jodido en un hospital y como llega el niño pues a reírse tocan. Y a tomar champán para que me de un cólico miserere.

 

Simpson Navidad

Dime Niño de quien eres

todo vestidito de blanco.

Soy de la Virgen María

y del Espíritu Santo.

Ya empezamos. A San José que, recuerden, es el que figura de  PP, padre putativo, ni nombrarlo. Lo que hay que aguantar.

 

"Cantores villanciquenses eladensis"

Dime Niño de quién eres

y si te llamas Jesús.

Soy amor en el pesebre

y sufrimiento en la Cruz.

Pero bueno, que acaba de nacer. ¿Cómo le decís eso? ¿La cruz? Dejadlo vivir el tiempo que le queda. Desaboridos.

 

¡Pues claro que son verdes!

Qué verdes son,

qué verdes son

las hojas del abeto.

Eso si, verdes son al menos en este mundo. Lo mismo en Marte son rojas. . Que peaso de cuarteta. Para ecologistas y gentes impías.

Pastorcillos cantarines

Veinticinco de Diciembre,
fum, fum, fum.
Veinticinco de Diciembre,
fum, fum, fum.

¿Y veintiséis de diciembre fan, fan fa,? ¡Que mensaje, por crom!

 

"Comilona navidoña"

Ande, ande, ande, la marimorena
ande, ande, ande que es la Nochebuena.

¿La marimorena? ¿Jueeeeerrrrgaaaaaaaa? Vaaaaaleeeeeeee

La Virgen como es gitana,

a los gitanos camela,

San José como es gachón,

se rebela, se rebela.

 

A ver, ¿que San José rebela? ¿Cómo que se rebela, si el pobre ni pincha ni corta?

Los gitanos son de bronce

y los "payos" de hojalata,

y el "chavea" del Portal,

mejor que el oro y la plata.

 

Un villancico políticamente correcto. Por fín los gitanos son mejores que los payos. El niño va al margen, que no es ni payo ni gitano; que es judío.

 

Pero mira como beben
los peces en el río,
pero mira como beben
por ver al Dios nacido.
Beben y beben y vuelven a beber,
los peces en el río
por ver a Dios nacer.

 

Hay por ahí un largo monólogo sobre este villancico. ¿Qué es lo que beben los peces?= ¿Los peces beben? Pa qué si están todo el día en el agua. Por hidratarse no será, vamos digo yo

 

Hacia Belén va una burra, RIN RIN,

yo me remendaba, yo me remendé,

yo me eché un remiendo, yo me lo quité,

cargada de chocolate,

lleva su chocolatera, RIN RIN,

yo me remendaba, yo me remendé,

yo me eché un remiendo, yo me lo quité,

su molinillo y su anafre.

 

Si fuera un camello en vez de una burra, sería mucho más interesante de cantar. Muy indicado para los fumetas y porretas variados.

 

Y ya basta por hoy que tengo que preparar la cena de nochebuena. Este año muy sencillita. Si pueden, hagan un esfuerzo en recordar las letras de los villancicos que mas se cantan. No tienen desperdicio para pasar un rato divertido.

 

© Alfonso Merelo 2008

 

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