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- MEMORANDO -

SPACE OPERA ESPAÑOLA.

SPACE OPERA ESPAÑOLA.

 Este número está dedicado a lo que denominamos Space Opera, Ópera espacial sería su traducción más o menos. Así que el espacio literario de Scifiworld está dedicado este mes en exclusiva a estas novelas o relatos dedicados a las batallitas espaciales. Porque, queridos lectores, en definitiva de eso se trata: de contemplar apabullantes escenarios que abarcan miles de mundos y millones actuantes.

 

La definición de Francisco J. Súñer Iglesias sobre space-opera dice así:

 

«La space-opera es, fundamentalmente, ciencia ficción de aventuras. No priman en ella las especulaciones más o menos incisivas, ni el rigor científico estricto, lo único que impera en la space-opera es la acción desbordada y en muchas ocasiones, como inevitable complemento, el humor en todas sus gradaciones».

 

El término space-opera lo sugirió por primera vez Wilson Tucker en 1941 —en un artículo del fanzine Le Zombie— para conceptuar un pujante subgénero en la ciencia ficción. El término, claramente despectivo, se usó en su momento por contraposición al de soap opera[1] muy en boga en esa época.

 

Bueno, pues una vez definida lo que es, más o menos, vamos a centrar este artículo en la space-opera de factura patria. Pero antes de centrarnos en lo de aquí, sería conveniente repasar algo de lo de allí para poder tener al menos una mejor perspectiva. Entre las obras mas conocidas podemos hablar de un iniciador como E. E. Smith con su serie Skylark y también Los Hombres Lente –que no son otra cosa que un antecedente del cuerpo Green Lanterns –. Jack Williamson con La Legión del EspacioLos tres mosqueteros pero con princesa espacial incorporada –.  Con Asimov –Las Fundaciones –, o Heienlein –Starship Troopers –  este subgénero se vuelve más creíble e importante al incorporar fundamentos científicos creíbles  sus obras. Más modernamente tenemos obras como la serie sobre La Cultura de Ian Banks, el universo de Hyperion de la pluma de Dan Symmons y la saga de Barrayar escrita por Lois McMaster Bujold. Actualmente la serie de Honor Harrington, escrita por David Weber, es una de las sagas space-opera, sección pulp, que mas éxito cosecha en el mercado mundial.

 

Pasemos a hablar de España en la que tenemos muchos ejemplos de esta afición por la space ópera. Ya se ha hablado en otro artículo de esta revista de La Saga de los Aznar detenidamente, que es seguro fue la primera del subgénero. Les recomiendo que le echen un vistazo porque es una curiosa y fantástica serie. Unos años mas tarde, en los 70 y dentro del mundo de los bolsilibros, Ángel Torres Quesada, firmando como A. Thorquent, desarrolla para Bruguera, y otras editoriales, su serie genérica titulada, a posteriori, El Orden Estelar. Se trata de un conjunto de novelas, 28 en total, que narran lo ocurrido en el universo después de la caída del imperio terrestre y de la ascensión de una organización sustituta y más democrática como es el Orden Estelar. Torres encuadra una parte considerable de esta obra en el ascenso de una nueva estructura social galáctica con unos principios de humanismo y respeto hacia otras culturas que han caído en el semibarbarismo al perder el contacto entre sí y con los restos del destruido imperio terrestre. Se establece por tanto una serie de historias en las que se prima por encima de todo la aventura del redescubrimiento. Los mundos que vuelve a encontrar el Orden Estelar han cambiado debido a su aislamiento e incomunicación. Algunos han avanzado ética y tecnológicamente otros, los más, todo lo contrario. La moral y el compromiso ético del Orden Estelar consisten fundamentalmente en darse a conocer en los mundos aislados y si estos lo desean permitirles que se asocien a la organización supraestelar del Orden. Estableciendo un paralelismo sería posible comparar estos principios, en parte, con la primera directriz del universo Star Trek.

 

Carlos Saiz Cidoncha es otro de los veteranos autores que usan escenarios galácticos. De hecho su obra principal es La Caída del Imperio Galáctico. Su primera novela de este ciclo se publica en 1978 y lleva por título El anillo de poder, la segunda se titula El ángel tenebroso y posteriormente se completaría en 2012 con El ocaso de los dioses. El tercer imperio de Tierra de Sol nunca fue más extenso, ni las sendas Hiperespaciales estuvieron más transitadas y tantas las estrellas en comunión. Es un imperio galáctico grandioso, sublime, y representaba la mayor ambición del ser humano y se creía invulnerable y destinado a existir por siempre. La Larga Noche estaba, sin embargo, cercana. Cidoncha se basa en la caída del imperio romano para desarrollar su historia, Asimov, por cierto, hizo lo mismo. En su imperio perviven las castas, desde los nobles hasta los esclavos y la distribución social es muy similar a la romana, aunque con alta tecnología. Memorias de un merodeador estelar es otra de sus incursiones en el género. Usa para su composición las características de la novela picaresca y, en un homenaje al Orden Estelar, hace aparecer personajes de la obra de Thorkent.

 

Rafael Marín en Lágrimas de Luz crea un universo gobernado por la Corporación. El protagonista, Hamlet Evans, es un poeta-cronista que sirve a La Corporación, un imperio galáctico en toda regla, en la denominada Tercera Edad Media de la Humanidad.

 

La novela es un compendio de muchos géneros pero predominan el que nos ocupa y el cantar de gesta y la space opera. Realmente, Marín, basa toda su imaginería en describir las hazañas guerreras de la humanidad, empeñada en una febril conquista del universo. Pero estas hazañas funcionan como una crítica despiadada a la sociedad occidental y sobre todo al imperialismo norteamericano. No por casualidad la sede de la todopoderosa Corporación es New York.

 

Rodolfo Martínez ha creado un universo space-opera en su serie Drímar, que está publicando completa la editorial Sportula. Drímar se compone de varios relatos, novelas cortas y novelas. En este universo es La Tierra, después de un gran desastre, consigue extenderse por el universo y son los terrestres los que dominan el universo. La sonrisa del Gato, El alfabeto del carpintero, La carretera o Este relámpago, esta locura son algunos de los títulos de esta interesante serie.

 

Victor Conde encuadra las aventuras de su personaje Piscis de Zhintra en un particular universo galáctico. La protagonista, con doce años de edad real, pero con 25 años de cuerpo y vivencias, es una auténtica heroína galáctica. Un metro ochenta y cinco de altura, ojos negros, pelo negro, con tendencia a la promiscuidad y aficionada a pasear desnuda por su nave espacial. Piscis posee cualidades tomadas de las heroínas mas conocidas de la ciencia ficción, comenzando por Barbarella -en la versión de Jane Fonda y Roger Vadim-, Ghita de Alizarr, de Frank Thorne – de la que hereda su parca vestimenta y ese descaro de vocabulario-, de la comandante Alice Cooper del Orden Estelar escrita por A. Thorkent- cierto porte aristocrático, incluso estando desnuda- o la Lorna de Alfonso Azpiri – una de las mas explosivas heroínas de la historieta española-. Su novela, ganadora del premio Minotauro de 2010, Crónicas del Multiverso está encuadrada en otro universo diferente del género space-opera- A ella pertenecen también las novelas Mystes y el El tercer nombre del emperador así como la aún no publicada ….

 

Para finalizar este repaso por la space opera española, no puedo olvidar el universo creado por Aguilera y Redal denominado Akasa-Puspa. En este universo se narra la historia de tres grandes potencias enfrentadas entre sí y que cuentan con un enemigo común. Nos encontramos con La Utsarpini, una federación de planetas en plena pujanza,  El imperio, en decadencia pero aún poderoso y La Hermandad, una potencia religiosa que ha aglutinado en una a todas las religiones humanas. Para evitar algunas contradicciones científicas, los autores encuadran sus civilizaciones en un cúmulo globular; esto es  una región del espacio en el que los sistemas solares se  encuentran muy cercanos entre ellos. Dos, tres años luz separan las estrellas entre sí. La distancia es suficientemente corta como para poder realizar viajes relativistas.

 

La space opera española existe y ha proporcionado muy buenas historias desde hace años. Casi todos los autores españoles de ciencia ficción han aportado, en algún u otro momento, su particular construcción de estos universos colosalistas. El atractivo del subgénero es innegable y parece que no se resiste a ninguno de ellos. Buenas historias para unas buenas aventuras de neta factura patria.



[1] Soap opera: seriales radiofónicos diarios patrocinados por marcas de jabones (soap), que compartían muchas características con los seriales de las revistas de ciencia ficción como el encadenar constantes momentos dramáticos para conseguir la atención del lector/oyente. Definición de  Daniel Gonzalo en http://www.cyberdark.net/portada.php?edi=6&cod=206

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