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- MEMORANDO -

Podrá ser una urbanidad de una vez

Podrá ser una urbanidad de una vez

Las lindezas que se han oído esta mañana en el Senado son, cuando menos, para sentir vergüenza ajena. Los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, se han zarandeado de lo lindo en uno de los debates más broncos que se recuerdan.
Si el Presidente del Gobierno decía algo, era contestado con las pataletas, abucheos gritos y expresiones que no tienen nada que ver con lo que se supone que es un parlamento. Los cocheros del siglo XIX, profesión que siempre tuvo muy mala fama en cuestión de expresión oral, eran mas comedidos que estas señorías de andar por casa. Al menos, su oficio no les exigía comportarse como caballeros y damas.
Pero ¿qué clase de representante popular es aquel que a una frase contesta con un bufido y un grito? ¿Es que por gritar se tiene mas razón? Parece que el grito es mas fuerte que la idea, el bufido mas importante que la palabra y el insulto mejor que la discusión.
Y no me estoy refiriendo al PP en exclusiva, que también, me estoy refiriendo a todos los partidos pero en especial a los dos grandes, que no son capaces de decir una frase sin que el contrario suelte un “cordial” exabrupto.
¿Creen ustedes señores empleados que yo, nosotros, nos merecemos que se insulten cada vez que hablan?
¿El recordar hechos pasados cambia los hechos que ocurren ahora? O sea: ¿el hacer algo mal se justifica porque otros también lo hicieron?
Y si yo erré ¿tengo fuerza moral para acusar al otro de mi mismo error?
Pues parece que si y que todo vale para cargarse al enemigo. Y es que ya son enemigos, no adversarios políticos. Y eso es lo malo.
Lo malo es que las posturas se hacen irreconciliables. Y lo peor es que esas posturas, a todas luces sectarias, arrastran a perfectos borregos que se dejan influenciar por el que mas grita.
Me asiste el derecho, puesto que les he votado, de exigirles que se comporten, al menos como yo me comporto. Yo no voy insultando a la gente por la calle. Yo no insulto a mis compañeros cuando comenten un error. Ni excuso mis errores porque los demás también los cometen. Es muy fácil el echarle siempre la culpa a los demás, pero conmigo que no cuenten.
Exijo un poco de urbanidad y buenas costumbres, que se supone que son ustedes nuestros representantes.
Pues compórtense de una vez.
Ya no se reflexiona.
Ya no se cuestiona.
Se sigue al líder, aunque diga y haga las mayores atrocidades.
Pero ya se sabe, y con eso cuentan ustedes, que la masa es maleable, como las pizzas, y no piensa demasiado, mas bien nada.
Recuerden la psicohistoria, aunque esos que gritan no sabrán ni que es.
O peor: recuerden a Goeebels
Y después no se quejen si nos abstenemos de votar, porque la culpa la tienen ustedes.
© Alfonso Merelo 2007-03-07
Pd. Los que no vamos a ir a la manifestación ¿somos malos españoles y no somos personas de bien?
Pd2 El 11 M está aquí, a la vuelta de la esquina. Este domingo. ¿Dónde está nuestra solidaridad con las victimas? Manifestación contra el gobierno sí, a favor de las víctimas también. Pero esto último parece que no va a ser.

2 comentarios

AMS -

Eso parece. Pero me temo que el desasosiego y la deseperanza se inclina mas para un lado que para otro. Vamos, que la izquierda pasa mucho mas que la derecha. El PP siempre saca el mismo nuemero de votos mas o menos y el PSOE, suponiendo que sea izquierda, fluctua. La abstencion beneficia siempre a la derecha, suponiendo que el PP sea derecha, claro.

Manuel Nicolás -

Pues según todos los indicios, querido Argalfonso, parece que la estrategia de los dos grandes partidos pasa por el “caña al mono que es de goma”.
Ninguno de los dos atiende a la escalofriante posibilidad de que en las próximas elecciones se prevé un 45% de abstención (y eso como buen resultado).
Mi pregunta es: ¿no hay nadie, en esos dos grandes partidos, que advierta que esto no tiene ni pies ni cabeza, que así no se llega a ninguna parte?.
¿Y los ciudadanos de a pie, a seguir comiéndose los mocos?.
Lo lamento, pero si esto sigue así, ni voto útil ni leches. Me adhiero al 45%, eso sí, con mi voto en el más puro e inmaculado blanco nuclear.

Saludos cordiales