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- MEMORANDO -

255. My name is Flórez, Roberto Flórez

255. My name is  Flórez, Roberto Flórez

El asunto del espía español acusado de vender secretos de estado a Rusia me recuerda un viejo chiste que se contaba por estos lares.

La cosa era así.

James Bond tiene una misión cerca de Lepe y, una vez cumplida, entra en el casino de la ciudad para tomar una copa. Allí entabla conversación con un paisano que, ya en confianza, le pregunta:
- Y usted... ¿cómo se llama?
- Me llamo Bond, James Bond.
A lo que el buen hombre responde:
- Pues yo Brosio, Am Brosio.

Pues esa es la comparación entre nuestro espía patrio y el de las películas.
Porque guapo Bond sería, pero ¿agente secreto?
¡Pero si lo conocía todo el mundo!
¿Qué clase de espía es un tipo al que todas las organizaciones del mundo desde Smerch, Spectra, los rusos, los americanos, los franceses, los griegos, lo conocen y lo llaman por su nombre.
Es que la vida del espía de película es impresionante. Todo el día viajando, bebiendo, follando y encima un chulo con licencia para matar.
¿Y los malos no saben que tiene esa licencia?
Son tan bobos que le dejan que se acerque?
- Si, tiene licencia para matar, pero es tan mono que me da cosa dispararle.

Pero, mendrugo ¿no ves que viene a matarte? ¡Matalo tu antes pedazo de atún!

El espía español, el ex guardia civil Roberto Flórez perteneció al CNI, que es como el MI6, pero con Rioja en vez de Bolinger RD. Parece que pasaba secretos a los rusos. Que digo yo: ¿qué secretos tenemos que interesen a los rusos? ¿Qué es lo que ha vendido este tipo?

¿La receta del gazpacho?
¿Los secretos de nuestra flota estelar?

No se que habrá vendido, pero desde luego la diferencia con los míticos agentes secretos, Bond, Flint, Modesty Blaise es notable. Bond es comandante de la armada, Florez suboficial de la Guardia Civil. Ni siquiera es sargento como Bevilacqua.
Bond tomaba un vodka martín agitado que no batido, Flórez tinto con casera.
Bond viaja en Aston Martín, Flórez tiene un Opel Corsa.
Bond tiene por jefe a M y Flórez al superintendente Vicente de la T.I.A.

Desde luego, no hay color.


Les dejo con el último Bond, el de la foto cachas

© Alfonso Merelo 2007

8 comentarios

Alós -

No me sea uste malo, don Alfonso, que los espias españoles son de los buenos.

El septimo servicio secreto del mundo, casi ná.

Y en cuanto a lo de vender secretitos, leñe, vaya sorpresa.

Cualquiera diría que los espias se dedican a trapichear con informes, leñe.

Si es que se sorprenden que los panaderos hagan pan, ostras...

un saludín

AMS -

Los rusos quieren el secreto de la Ensaladilla de su propo nombre.
Que le vaya a usted bien en las rusias variadas. ¿No podrría traer un poquito de vodka para el combinado bondiano? Pa probarlo mas que nada

Manuel Nicolás -

A Don Alfonso le intriga qué secretos pueden vender los Anacletos patrios, mientras que lo que me obsesiona a mí es lo que les puede interesar a los rusos de nosotros.
Como este mismo jueves me voy de veraneo para Petrogrado, ya les contaré.
Me llamo Nicolás
Manuel Nicolás.

Charly -

Mortadelo y Filemón...

¡¡¡¡y Anacleto agente secreto qué!!!!

No, si desde luego siempre han parecido calcados a los tebeos.

AMS -

Si, si Mortadelo y Filemón están presentes siempre.
Este espía es mas Filemón que Bond.
En Tenerife asesoraba a las asociaciones de vecinos para evitar conflictos. Era "pacificador" en versión cutre :)

AMS -

Anacleto, es una copia hispana de Bond. Ese smoking que llevaba siempre parodiaba a JB.
Respetando el tinto con casera, blanca por supuesto, he de afirmar que el vodka martini está del copón de bueno.
En este enlace está la receta otiginal
http://cocinando.blogia.com/2006/021101-bond-coctel.php
Aunque yo he perfeccionado ese combiando y uso martini blanco dulce. Le quita un poco la fuerza y le da un punto de dulzor que agrada al paladar. Por supuesto con una guinda verde de acompañamiento.

Francisco Fernández -

No nos olvidemos de Mortadelo y Filemón, agentes de la TIA, la aportación hispana al mundo del espionaje.

V. -

Es que el nuestro en quien bebe es en Anacleto, un respeto. Amás, el tinto de verano le pega cien leches al Martini con Vodka, que está malo de cojones.

Y poniendonos en serio un momento, es que al principio, en las primeras novelas, James Bond no era exactamente un espía: era un asesino especializado. Lo usaban para matar, y punto.
Y lo de ir con el nombre siempre por delante debe ser como aquél, el de para chulo chulo mi pirulo. :P