382. Heineken, la cerveza meapilas
Foto cortesia de I want to belive
Hace ya un par de semanas, la marca de cerveza Heineken anunciaba que retiraba la publicidad de su producto del programa de La Sexta “Salvados…por la Iglesia Católica”. Al parecer las presiones de ciertos elementos ultraconservadores integristas han conseguido que la conocida multinacional que piensa en verde decidiera que “Consideramos que el programa ha ofendido a un colectivo numeroso como es el de los católicos y después de recibir numerosas quejas a través de e-mails, hemos decidido y comunicado a laSexta que no queríamos apoyar un programa así".
Esa es la noticia. Nada que objetar a la política de inversiones de una empresa. No seré yo el que critique la toma de posición ideológica de una entidad. Además, desde mi punto de vista considero que ese programa es una auténtica basura que basa su “gracia” en reirse de los demás, que no con los demás. Ese tipo de programas, que comprometen a las personas, me parecen, además de fáciles –por lo poco que arriesgan (siempre será “gracioso” reírse de una caída o tropezón)-, pobres en el aspecto humano. Se jactan de ser incisivos y punzantes y sólo son unos cotillas de baja estofa. El presentador, el tal follonero, es un candidato preferente a que alguien se cabree de verdad con él y se le escape un tortazo que tendría merecido.
Pero también es verdad que en este santo país parece que hay cosas que no se pueden tocar. Se puede uno meter con los andaluces, con los vascos, con los catalanes o gallegos, y ridiculizar su manera de hablar, o su supuesta racanería o “brutez”. Se puede uno meter con los gitanos, con los moros, con los negros o con los aficionados a la ciencia ficción, los friáis. Pero no te metes con los aficionados al fútbol o con la Iglesia. Estos últimos, despliegan todo su poder monetario para atacar al que te ataca. Eso sí, ellos se permiten atacar a otros colectivos, y me refiero concretamente a homosexuales, ateos y a otras instituciones en aras de su sacrosanta verdad.
Reconozco el derecho de Heineken de no poner un duro en un programa, por otra parte absurdo, pero ellos me deben reconocer el mismo derecho a decir que no me gustan las tácticas mafiosas. Por eso, y puesto que esa marca ha apoyado una ideología que no me convence, desde ese momento entra dentro de mis marcas apestadas. Así que se acabaron las cruzcampo, las buckler, amstel, kaliber y la Murphy. Si hubiera alguna mas por ahí de la fábrica, que sepan que los tendré en mi punto de mira. Esta marca me empezó a caer mal desde que compró la marca sevillana. Que quieren que les diga.
Y esta tarde, juega España la final contra Alemania, esa selección que gana siempre y de la que me temo lo peor. Pues el partido se verá con una Mahou fresquita y con tintito con casera. Que no se diga.
© Alfonso Merelo 2008
4 comentarios
AMS -
Pero seguro que con tesón lo puede conseguir. :)
Insisto Mahou y a tomar por saco. Ayer fue nochecita de tinto con casera. nada de cervecitas.
Mario Moreno Cortina -
Eso me temo, que apesto a progre a mil metros. Pero tú pregunta, pregunta, que siempre es bueno saberlo.
Lo de Pío Moa me lo vas a sostener cara a cara cuando te pille. XD
Saludetes.
Manuel Nicolás -
A no ser que te des con algo en la cabeza y te transformes en Pío Moa, tu gran ídolo después de Federico.
Mario Moreno Cortina -
Tio, me has jodido pero bien. La Heineken son meados de puta con sifílis, pero la Murphy es una gran cerveza.
Ahora tendré que decidir entre mi integridad y una de mis cervezas favoritas...
Este... ¿cómo se apunta uno al Opus?