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- MEMORANDO -

384. Deportes veraniegos

Tenía pensado hacer un post veraniego sobre los deportes que se practican en verano. Como es natural el genial MEL se me ha adelantado exponiendo su versión en la excelente tira, como siempre, que ilustra este post.

Pero el amigo MEL ha expuesto sólo algunos de esos fantásticos deportes que solemos practicar cuando llegan las calores. Las más de 12 horas de sol que gozamos en verano, dan pábulo para salir mucho mas de casa y para vivir en la calle en la que te encuentras en un entorno que es en sí mismo colorido y divertido.

Hay deportes que se practican todo el año, pero que se incrementan en verano. Sé que tengo una inmerecida fama de salido, pero es que ese deporte en el que ustedes están pensando es natural que se incremente en estas fechas. El calor es fundamental en su práctica. En invierno no apetece tanto puesto que el frío puede conducir a inoportunos resfriados o desagradables tiritonas. Sin embargo una temperatura adecuada, cálida, permite practicarlo casi en cualquier lugar: en el sofá, en el suelo, en un sillón e incluso en la playa si va usted con mucho cuidado. En invierno es casi mas de cama amplia y manta polar. De todos modos, aún en verano hay que tener cuidado de no prolongar demasiado el acto en sí mismo. Con 20 minutos diarios es suficiente, que dosificarse es virtud y desparramarse es vicio. Con una siesta cortita se recupera uno para practicar los demás deportes, incluyendo ese que sus “sucias” mentes han estado pensando todo el rato.

 

Habiendo ya descrito el rey de los deportes veraniegos pasemos a otras modalidades que se practican, casi todas ellas, al aire libre.

Levantamiento de vaso. Esta modalidad es una de las mas practicadas por todos los ciudadanos, sean guiris, veraneantes o naturales del lugar. Hay diversas pruebas que acreditan un dominio del deporte: levantamiento de cerveza, de tinto de verano y de cubatas al atardecer y por la noche. El deporte alevín también tiene sus particularidades siendo algunas de ellas el levantamiento de refresco, de granizada e incluso de helado, aunque los puristas discrepan en encuadrarlo en deporte veraniego.

Asado en barbacoa. Este deporte suelen practicarlo los varones de una familia. Generalmente lo practica aquel espécimen que en su vida ha cocinado ni siquiera un humilde bocadillo. Es un deporte muy sucio, de los mas asquerosos de los veraniegos debido, sin duda, a la impericia de los intervinientes, que se limitan a poner la carne encima de la barbacoa, a pedir cerveza o vino y a molestar a todos con los humos que producen. Si tiene usted un practicante de esos cerca, huya como si le fuera la vida en ello.

Milla morsegueante. Con este nombre tan extraño se define el deporte que implica el paseo por la orilla de la playa observando los cuerpos, generalmente femeninos, que se lucen por allí (morsegar es “mirar insistentemente” en gaditano). El morsegador profesional suele ser varón, en una edad a partir de los 35 años y con barriga cervecera. Para ejercitarlo se necesitan unos pocos gadjets a saber: gafas de sol, para evitar que se sepa donde se mira, gorra hortera, camiseta de propaganda (si se está muchas horas practicando hay que protegerse del sol) y, si es posible, chanclas cangrejeras que evitarán el clavarse alguna molesta piedra o concha marina. El morsegador ha de tener en cuenta que esta práctica implica algún riesgo. No porque la observada pueda montar en cólera, pero si hay que tener cuidado con los jugadores de palas, de futbol u otros deportes, que, al estar descuidado morsegando aquel bikini, aquel tanga, o aquel topless puede encontrarse con dos dientes menos debido al palazo del tierno infante o del mocetón de metro noventa.

100 kilómetros chiringuito. Esta modalidad es muy temida por los atletas. Consiste en localizar en el menor tiempo posible un chiringuito playero donde se pueda uno sentar a comer en un tiempo razonable. El lugar ha de tener mesas, sillas para todos, y una especialidad como es la sardina asado a 6 o 7 euros la unidad. Habitualmente la sangría será intomable, los camareros irán en camiseta de tirantes blanca y llena de manchurrones, y el cocinero, con barba de tres días, fumará encima de la paella y toserá con gran alarde de sonidos desagradables y esputos verdeamarillentos, consecuencia de su adicción al tabaco. El chiringuito encontrado permitirá vacilar con los compañeros de trabajo, al regreso de las de vacaciones, de haber encontrado la ganga del siglo, con el pescado fresquísimo y muy acogedor. En realidad ha tomado pescado congelado, le ha costado una fortuna y el camarero ha pateado al niño pequeño y ha escupido en la sangría. Pero en verano estas cosas son pecadillos veniales que a nadie importan.

Volveremos con el tema otro día.

© Alfonso Merelo 2008

2 comentarios

AMS -

Esa modalidad se puede contemplar en otra entrada. Tambien está la de lanzamiento de pepitas de sandía, cascaras de pipas y similares. Pro supuesto no hay que olvidar el ancestral deporte de no hacer ni el huevo. Tumbarse en l hamaca, o mejor en el chiringuito, y simplemente no hacer nada. Una delicia de deporte, oiga.

Manuel Nicolás -

Falta la especialidad de Hincar la sombrilla.
En playas especialmente atestadas por día festivo miles de playeros se levantan a las 8,30 de la mañana. Armados con la sombrilla, las toallas, las sillas plegables, la neverita portátil, los termos, los bocatas, los niños y la suegra, se abalanzan sobre la playa para tomar un sitio en primera línea. La hora tope son las 10,30 de la mañana, en la cual no cabe un bikini más por metro cuadrado. Si llegas después la has cagado. Si intentas tomar un trocito de territorio dominguero, te soltarán a los perros, o a los niños, que es peor.
Más que un deporte es un desembarco de Normandía, pero al revés, tomado desde la costa.