2013-6 Die nächste generation
Titulo en alemán porque mucho me temo que la siguiente generación de jóvenes españoles no van poder hablar mucho en castellano si quieren trabajar en algo. Hoy nos levantamos con la noticia de la suspensión, por motivos presupuestarios, de las becas SENECA para estudiantes universitarios. Estas becas, son el equivalente las famosas y muy conocidas becas ERASMUS pero circunscritas al ámbito exclusivamente español. Estas becas financian, en parte, la llamada movilidad SICUE (Sistema de Intercambio entre Centros Universitarios Españoles) que permite a los alumnos completar su formación en otra universidad diferente de la suya de origen.
La eliminación de las becas supone un golpe mortal a la movilidad SICUE. El 85% de los alumnos de movilidad de este tipo lo hacen gracias a las becas. Si estas becas desaparecen el programa no servirá para nada. Sólo podrán hacer movilidad los alumnos que dispongan de medios económicos suficientes. De nuevo nos encontramos con formación para unos pocos en detrimento de la mayoría.
Esto viene a sumarse a la disminución de la remuneración de las becas ERASMUS en un 50% y a los aumentos espectaculares de las tasas académicas, sobre todo a partir de las segundas matrículas. Por otra parte las becas han endurecido sus condiciones de manera que en algunos estudios prácticamente se hacen inviables; ¿es lógico que en algunas carreras técnicas superiores –ingeniería o arquitectura- se pida una ratio del 90% de aprobado para su renovación?
Mi tesis es que con maquiavélica intención este gobierno, o los gobiernos europeos en general, desean conscientemente anular a la juventud (y a los ciudadanos mayores pero estos últimos están más maleados y es mas complicado). Quieren que estos jóvenes no sean más que sumisos esclavos que obedezcan las órdenes sin rechistar. Eso se consigue de varias maneras, y todas las reformas van encaminadas a este fin, siendo una de las más notorias el dificultar al máximo el acceso a la educación. La máxima de que un pueblo inculto es más fácilmente manipulable es lo que se han marcado como objetivo. Sin embargo esto funcionará a medio plazo porque tenemos ahora mismo en España una generación, entre 20 y 25 años, con una formación excelente en muchos campos, que no se sabe qué hacer con ellos. El estado ha invertido mucho dinero en su formación y la única salida que se les proporciona es buscar trabajo en el extranjero. La empresa española no quiere a estos preparados jóvenes; no los necesita. Para una economía de servicios, y servilismo, no hace falta una titulación universitaria. Un camarero necesita poca formación e incluso se recurre a personal con nula formación en el sector porque sale mas barato. No se crea tejido productivo en base a nuevas tecnologías o productos de calidad. Eso necesita buenos profesionales, que los hay, y buenos sueldos que no los hay ni se les espera. Aquí los únicos sueldos buenos son los de directivos de medio pelo que lo único que hacen es no aumentar la producción o mejorar esta –que debería ser su objetivo- sino aumentar los beneficios exclusivamente a costa de rebajar los salarios.
Otro de los objetivos de este gobierno es cerrar todo camino a la esperanza de sus ciudadanos. Los jóvenes son el objetivo número uno en este caso. Tenemos un 55% de paro juvenil -entre 18 y 25 años- algo insostenible para toda economía. Los jóvenes deben de remplazar a los veteranos en los puestos de trabajo. Pero si la política laboral tiende a mantener a los trabajadores más años trabajando, si es posible que se mueran sin jubilarse, nunca tendrán un puesto de trabajo porque no se crean nuevos, sino todo lo contrario. Si se acaba la esperanza se acaba con la disidencia. Los ciudadanos agachan la cabeza y asienten a lo que les dicen. Es curioso como los gobiernos han adoptado la vieja máxima del cristianismo: se bueno aquí, no protestes, pon la otra mejilla que en el reino de los cielos tendrás tu recompensa. Promesas, promesas para crédulos que nunca se han abandonado porque funcionan, En este caso es mucho más perverso porque ni siquiera te ofrecen el consuelo de una recompensa a futuro. Te dicen: es lo único que se puede hacer ¡jódete! (y esto último es, lamentablemente, textual).
Los sucesivos gobiernos han abocado a la juventud a marcharse, en el mejor de los casos, a trabajar al extranjero, donde no atan los perros con longanizas por cierto, y a renunciar a su país. Hemos formado buenos profesionales para dárselos de regalo a otros países competidores nuestros. Es la locura por la locura, la estupidez al máximo nivel. Pero es que los que no pueden hacer eso, por falta de formación o por imposibilidad de cualquier otro orden, están abocados a no trabajar nunca o a hacerlo en trabajos sub-remunerados, sin incorporación a la seguridad social y sin ninguno de los beneficios que se adquirieron durante años de lucha. Estamos llegando a un límite en que nuestros jóvenes aceptan trabajar sin cobrar porque tal vez en el futuro los contraten, La miserable actitud de muchos empresarios, con la aquiescencia de los gobiernos de turno, están haciendo que estos jóvenes no tengan un presente y lo que es peor un futuro. ¿Cómo van a formar una familia, tener hijos o alquilar un piso –de comprar ya ni hablamos- si no pueden pagar ni el sustento? ¿Qué ocurrirá cuando los padres, o abuelos, mueran., siendo estos los que mantienen al núcleo familiar? ¿Lo han pensado señores gobernantes, o les da lo mismo porque el que venga detrás que arree?
Como decía un millonario hace poco “Esto es una guerra y la estamos ganando”
© Alfonso Merelo 2013
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