2013-8 NOS HAN PERDIDO EL RESPETO (Y LA CULPA ES NUESTRA)
Años despues... todo sigue igual.
Sí, los políticos nos han perdido el respeto. Nos consideran menos que nada. Se ríen de nosotros y ni siquiera se sonrojan. Sus amos, ya saben lo de poderoso caballero…, les han dado instrucciones precisas de que ya los ciudadanos no les sirven para nada, que pueden dejarnos caer o que pueden hacernos lo que les de la gana. Al parecer se ha tomado la decisión de que el ciudadano es casi prescindible porque como somos muchos siempre habrá alguien que trabaje por menos y que reporte más beneficios. Los palanganeros políticos ya ni siquiera se sonrojan cuando nos mienten. Saben que están mintiendo y saben que nosotros lo sabemos, ¡y les da igual!
El cúmulo de despropósitos se acumula y no para. Declaraciones tendenciosas, manipulaciones, cambios de legislación, mentiras y más mentiras van minando la moral de manera que los ciudadanos nos encontramos cada vez mas desanimados y con la cabeza mas gacha. Es un triunfo de estos políticos sin principios que dicen representarnos.
Las últimas declaraciones de Dolores Cospedal, o de Toni Cantó, son de chiste. Saben que sus discursos son mentirosos y falsos, y aún así se justifican diciendo que es por el bien de todos, cuando en realidad es sólo para el “mejor” de unos cuantos y en ocasiones para uno sólo.
La citada secretaria general del Partido Popular decía antes de ayer respecto de “ese señor”, el innombrable Bárcenas, que "La indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido en forma efectivamente de simulación, simulación de lo que hubiera sido en diferido en partes de lo que antes era una retribución". Es decir, eso y nada es lo mismo. Se supone que esa señora, usaré el mismo término que ella para ver si así “desaparece”, es abogada del estado. Debería conocer, al menos sonarle, el derecho laboral que, si no me equivoco, se impartía en todas las facultades de derecho de Epaña. Lo mismo es que estudió en Oxford, como señorita de élite que es, y allí se estilaba el derecho anglosajón que tal vez contemple el tema del salario simulado. Digan ustedes que le han seguido manteniendo en nómina hasta enero y ya está, pero no usen subterfugios de tamaña estupidez. ¿Es acaso que esa señora piensa que somos todos gilipollas? Tal vez sólo hable para sus votantes, pero en ese caso éstos deberían hacerse mirar el votar a un partido que toma a sus votantes como idiotas sin el más mínimo concepto de la decencia moral.
Ocurre lo mismo con el “simpaticote” Toni Cantó que lanza una soflama diciendo que sólo unos pocos casos de violencia machista son reales, que todos los demás son simulados. Bueno, pues después de mentir a sabiendas todavía no ha habido reacción por parte de su jefa, la incomparable Rosa Díez, para reconvenir semejante barbaridad. Después se quejan cuando se generaliza y se suelta la terrible frase “es que todos los políticos son iguales”. Pues parece que están dando esa impresión una y otra vez con su doble lenguaje, su doble moral y su “doblepensar”.
Y así seguimos desde todos los estamentos de la política. Hace no mucho el sr. Presidente de este país decía que todo era mentira, salvo algunas cosas que eran verdad. Lo que habría que preguntarle es ¿qué cosas eran verdad? porque todavía no nos ha comentado nada al respecto.
Y mientras tanto la oposición, que ya les vale también con sus chorradas y prebendas, a verlas venir sin mover ni un músculo. Será que sus señoritos, que son los mismos que los de los otros, no permiten que digan ni mu. Ni se les oye cunado apalean ciudadanos, cuando echan a la calle a cientos de desahuciados de sus casas o cuando ya empieza a morir gente por culpa de los recortes en la sanidad. Nada, alguna protesta con la boquita pequeña pero poquito. Esta claro que es como en el chiste del dentista ¿no vamos a hacernos daño, verdad? No hay nadie que diga verdades, todos callan porque todos reciben las migajas de los señoritos. Lo malo es que nosotros, los ciudadanos de a pie, recibimos muy poco y cada vez menos. No se si estos señoritos son conscientes de la potencialidad explosiva del hambre. Supongo que se sentirán seguros con toda su protección privada, y pública, en forma de guardaespaldas y policías. Pero no creo que haya suficiente policía para contener a un millón de personas dando caña. Pero tranquilos que a los españoles se nos va la fuerza por la boca. Mucho ladrar pero poco morder. Tememos tanto perder lo poquito que tenemos que no habrá posibilidades de que el movimiento ciudadano pueda triunfar. Es una pena pero es así.
No cambiaremos las cosas desde Internet.
(c) Alfonso Merelo 2013
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