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- MEMORANDO -

638. Reformando que es gerundio

Cuando ya ninguna sorpresa me esperaba del comportamiento del Presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero, para dejarme como un alelado se descuelga con la noticia de que va a solicitar modificar la Constitución para “dar confianza a los mercados”. Los suma sacerdotisa de los mercaderes europeos, Angela Merkel, y el monaguillo mayor, Nicolas Sarkozy, han interpretado al oráculo mercantil y han concluido que los países del euro han de tener en sus constituciones un articuilto que “garantice” el techo máximo de gasto público de éstos.

 

Y la verdad es que no se si esta medida es buena o mala, pero barrunto que surgiendo de quien surge y además haciendo el milagro de poner al Partido Popular a favor de la medida, no puede ser muy buena para el sufriente “fiel” de tan influyente religión mundial. Al parecer las tesis neoconservadoras van a tener un fiel reflejo en nuestra Constitución, que si no recuerdo mal decía algo así como que España era un estado SOCIAL y de Derecho. No se lo que ustedes entenderán por social, pero yo lo entiendo como un estado en el que se garanticen unas prestaciones básicas para todos y un reparto equitativo de la riqueza. El problema va a estar en fijar esos mínimos que para algunos son tan mínimos que incluso preferirían que no existieran.

 

Pero es curioso pensar que este loco intervencionismo, llevándolo hasta la reforma Constitucional oiga, es contrario a lo que se supone que quiere el mercado que es la no intervención. Entonces ¿donde está la trampa? Pues supongo que en tener amarrado a los estados de manera que siempre puedan devolver sus deudas a los mercados. Como los mercados, esos dioses caprichosos y cabrones, han metido la pata hasta el fondo prestando a diestro y siniestro sin garantías, a particulares y a estados que consten, ahora quieren blindarse para que no pueda ocurrir una quiebra técnica. Por eso ni se reforma aquí la ley hipotecaria usurera que tenemos y ahora quieren garantizar sus dineritos con esas reformas constitucionales.

 

¿En qué nos va afectar a los ciudadanos esto? Mucho me temo que en un deterioro progresivo de los servicios sociales. Si esto ya estaba en peligro, con la reforma se implantará por ley que no se pueda intentar paliar los déficits económicos tirando de la deuda, la cual, por cierto, en España no es tan elevada como en otros países incluyendo las todopoderosa AleFran. Si vuelve a existir una coyuntur a económica chunga, es decir aquella en que disminuyen los ingresos del estado, no se podrá recurrir al endeudamiento para cubrir el déficit. La consecuencia directa de esto es que inmediatamente habrá que bajar los servicio prestados porque el texto constitucional nos obligará a mantener el empréstito en un determinado porcentaje del PIB. Si el PIB baja, inmediatamente baja la cantidad global de endeudamiento posible. Es decir, la inversión pública, que muchas veces ha sido motor de la viabilidad económica y de la salida de la crisis, no se podrá efectuar por falta de recursos. Ese es el bonito panorama que se nos ofrece en estos niveles de ALTAS FINANZAS.

 

Mientras tanto, de rondón, nos cuela el sr. Presidente una modificación de las modalidades de contratación de trabajadores que permite la que los contratos temporales puedan ser unidos. Un trabajador con un contrato temporal limitado podrá ser contratado otra vez con otro contrato temporal y así sucesivamente. La inestabilidad laboral se consagra aún mas.

 

Y todo esto con una reforma constitucional en la que no quieren ni mencionar la posibilidad de un referéndum vinculante. Se quiere hcer pactada y de rondón con “veranidad” y “agostía”. Si no hay 35 diputados o el 10% de los senadores que pidan formalmente un referéndum, bastará con que los 2/3 de las cámaras la aprueben. Los votos del PP y del PSOE unidos son suficientes.

 

Este es el último, hasta ahora, invento del Presidente. Desde luego Sr. Presidente, si quería pasar a la historia lo va a conseguir, Va a pasar usted a la misma como el Presidente que traicionó todas su promesas, todos sus ideales y que vendió su alma a esos poderes arcanos de los nuevos brujos “del mercado”.

© Alfonso Merelo 2011

1 comentario

Bizantino -

Pues a mí me parece una gran noticia que por fin se ponga un límite a la cantidad de NUESTRO dinero que los políticos pueden gastar.