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Televisión

Doctor Who y los compañeros proactivos. La séptima temporada rumbo al episodio del cincuentenario.

 

 

La longeva serie británica Dr. Who ha tenido a lo largo de su historia varios elementos comunes que permitían al espectador engancharse a los episodios aunque hubieran abandonado por un tiempo al personaje. Hablamos de elementos recurrentes como los Dhaleks o lo Cybermen, verdaderos iconos de la serie, pero también hay un elemento que es una constante en todos y cada uno de los episodios: el compañero. Porque el Dr. Who no puede vivir sólo, no puede operar en ese continuo espacio-tiempo sin dotarse, y dotarnos, de un elemento de anclaje en la normalidad que es ese compañero. Compañero, o más habitualmente compañera, siempre cambiante, pero siempre igual, en lucha constante entre su anodina vida pretérita y las maravillas ofertadas por el Dr. y sus impresionantes viajes por el tiempo y/o el espacio. En realidad esa necesidad de tener un compañero es algo recurrente en otros personajes de la literatura o del tebeo. No es más que la necesidad de que alguien externo observe las fantásticas hazañas del héroe y, en su caso, las cuente al espectador o al lector –Watson es una ejemplo claro, pero también lo es Robin o la sargento Chamorro y, naturalmente, Sancho Panza-.

En la nueva etapa de la  serie, a partir de 2005, se hizo mucho más patente la importancia de estos compañeros, siendo Billie Piper la actriz encargada de representar el papel de Rose Tyler que acompañaría a los doctores noveno y décimo en sus viajes. En esta temporada hubo varios compañeros recurrentes además de Rose, destacando a Mickey Smith, interpretado por Noel Clarke. Este personaje volvería en otras temporadas ya con el Dr. número diez, David Tennant.

Los compañeros del undécimo doctor, Matt Smith, fueron desde el principio una pareja, un matrimonio formado por Amy Pound y Rory Williams (Karen Gillam y Arthur Darvil). La interacción de estos personajes llega a ser tan importante que son los progenitores del amor futuro del Dr., la impresionante River Song. A mitad de la séptima temporada, los compañeros fueron desechados y se incorporó al rol de acompañante otro personaje femenino de nombre Clara Oswin (Jenna-Louise Coleman) y que fue presentada, de manera tangencial, en el primer episodio de la temporada.

Matt Smith abandona la serie como protagonista en ese esperado capítulo del cincuentenario. Particularmente su aspecto y su actuación histriónica me han sacudido como espectador a lo largo de todas las temporadas por él protagonizadas, sobre todo si tenemos en cuenta que sustituyó al excelente David Tennant. Nunca me ha parecido una buena elección para el papel. Bien es cierto que el cambio de guionistas perjudicó la sostenibilidad de los episodios y fueron pocos los que sobresalieron de una mediocridad ramplona.

El Doctor Who de Smith es más histriónico que los anteriores, menos simpático, menos Doctor, si me permiten. Smith no es capaz de entrar de verdad en el personaje y, mientras que es un Doctor Who más, nos queda la idea de que Tennant era “el Doctor” por excelencia. Ya veremos como se comporta el nuevo Doctor, en la figura de Peter Capaldi –al que pudimos admirar en la tercera temporada de Torchwood en el papel del burócrata Frobisher-para la nueva temporada una vez superado el episodio del cincuentenario.

Pero esta reflexión trata de la última temporada hasta ahora de la serie, la que hace la número 7 de la nueva etapa. Como ya dije anteriormente los dos compañeros anteriores continuaron hasta ser sustituidos por Clara.  Los cinco primeros capítulos de esta temporada cuentan con los Pond y a partir del episodio de navidad es Oswind la que pasará a acompañar al Dr. En realidad estos episodios con Clara van enfocados hacia el final de la temporada con la sorpresa del último episodio. La planificación de los guiones van proporcionando pequeñas pistas que van presentando a Clara como un ser diferente y muy relacionado con la misma esencia del Dr. Si los Pond contribuían de manera decisiva en la vida del Dr. al ser los progenitores de River, Clara se va a convertir en la pieza angular que ancla a todos los doctores habidos y por haber con la realidad. Es pues esta compañera la más proactiva de todos los personajes anteriores que han participado en la serie. Es la pieza clave de esta temporada, la que desencadena el episodio de los 50 años y la que provocará, de alguna manera aún no revelada, la nueva encarnación del Dr.

A pesar de las fluctuaciones de los guiones en esta temporada, he de reconocer que el final, el capítulo 14, resuelve de manera muy efectiva la trama referida a Clara y el Dr. El capitulo, titulado In The Name of The Doctor, resuelve bastantes incógnitas que se venían planteando dejando una puerta semiabierta con la aparición final de un envejecido Dr. encarnado por John Hurt.

En realidad los compañeros son los protagonistas de todos los capítulos de esta temporada. Los capítulos de transición llevan al quinto episodio donde los Pond se enfrentan a otros elementos recurrentes de la serie como son los Ángeles oscuros en una de las múltiples paradojas temporales que nos depara siempre la serie. Su sustituta como personaje proactivo, Clara, tiene que sustituir a la pareja en la dura labor de acompañar a Smith, sobre todo si se tiene en cuanta que hay pesos pesados anteriores en el papel como Rose  o la misma Amy. Creo que no le ha dado tiempo al personaje a evolucionar para conseguir la categoría o la potencia de los anteriores. Son sólo 6 capítulos, o 7, para el personaje y no parece suficiente, pese a la importancia del mismo en el último de la temporada.

Los capítulos de esta primera parte de la temporada van desde un buen episodio como del manicomio dalek, con la aparición de esos daleks humanos tan parecidos a los cylons en su concepción, a otros totalmente prescindibles como el de los dinosaurios o ese final de media sesión que comenté antes que hace “desaparecer” a los Pond.

Como decía, a partir del capítulo de navidad de esta temporada, los actores secundarios cambian, los personajes se posicionan de manera diferente en lo que parece un guión bien preconcebido desde el episodio del asilo mental dalek. El primer episodio de esta semi temporada nos habla de los peligros de la wifi, y de Internet por extensión siendo la presentación de Clara como acompañante recurrente.  Los Anillos de Akhaten es extraño y muchos de los fan lo han calificado como el peor de los capítulos de esta nueva fase del Dr. Por otra parte, La Guerra Fría retoma algunos enemigos antiguos, los guerreros del hielo, e incide en las múltiples meteduras de pata del Dr. en su amplio recorrido por el tiempo. Hide vuelve a retomar el tema del terror, que les gusta mucho a los guionistas, no llegando a producirlo. Sin embargo el siguiente capítulo, Viaje al centro de la Tardis, es un magnífico ejemplo de buena ciencia ficción televisiva.  Clara vuelve a ser la protagonista fundamental y cubre muy bien su papel. El siguiente episodio, El horror carmesí, es claramente de transición sin ninguna implicación en la trama general. Pesadilla en plata es el regreso de Neil Gaiman como guionista, que ya ejerciera en el excelente La mujer del Doctor, siendo un capítulo menos brillante que el anterior del autor, peo uno de los más interesantes de la temporada. Los cybermen  vuelven a ser los protagonistas con algunas modificaciones puntuales en los mismos adoptando una forma más clásica. Veremos como resulta en el futuro. Del último de los episodios ya he dado algunas claves anteriormente y es uno de los más relevantes de la etapa Smith, sobre todo si tenemos en cuenta lo que puede suponer para el futuro.

No sabemos todavía lo que nos deparará el episodio del cincuentenario. Si será un homenaje, un cambio profundo, un volver atrás o cualquier otra cosa desde lo infame a lo sublime. Si sabemos que estarán John Hurt, David Tennant o Billie Piper, así como Smith y Alex Kingston. Es posible que el nuevo doctor, el duodécimo, Peter Capaldi hará su presentación en este episodio, o, tal vez, se reserve para el primer episodio de la octava temporada. En cualquier caso esperaremos hasta noviembre para ver que es lo que nos deparan las nuevas aventuras de Who.

 

Tengo la sensación de que hay Doctor para unas cuantas temporadas más, si los guionistas y las audiencias así lo deciden, sobre todo las audiencias.

Alfonso Merelo 2013

603. Por las noches oiré muertos

Por fin una televisión se decide a investigar profundamente las relaciones entre los vivos y el mundo del mas allá. Iker Jiménez va a perder su liderazgo con su cuarto milenio en detrimento del nuevo programa de Telecinco titulado “La ouija de los famosos”.

 Www.vertele.com hemos podido leer la noticia del programa que prepara T5 y que presentará Jordi Gonzalez. Un programa a modo y manera de “La noria” pero entrevistando a famosos muertos. Según la citad WEB “ La productora Plural prepara el piloto de un programa especial que tendrá como gran protagonista a Anne Germain, una famosa vidente británica que ha triunfado también en las televisiones de Italia y Portugal por su supuesta habilidad para hablar con personas fallecidas”.

 Parece ser que han contratado a la espectacular vidente, Germain, robándosela a otras televisiones como la italiana y la portuguesas. Eso demuestra el nivelazo de las televisiones europeas. La BBC, reducto de buenas maneras, parece que no ha participado en esta subasta de videncias variadas.

 Desde aquí ya les digo que va a ser glorioso. Poder hablar, por medio de la vidente, con Rocío Jurado, Rocío Durcal, el boxeador ex marido de la Jurado y muchos mas serían blanco de la noria de los posesos, o almas en pena o lo que sea menester. Ya puesto podrían llamar a Lee Harvey Oswald, a ver si de una vez nos cuenta si mató o no a Kennedy, y de paso al propio JFK para ilustrarnos sobre sus cosas con la Monroe (que para eso es la noria “mas-allera”). Sin embargo yo llamaría a Fernando Fernán Gómez. Su “¡a la mierda! ¡no le contesto! ¡No me sale de los cojones! ¡Señora: a la mierda!” podría ser gloriosa.

 Espero que el ejemplo cunda y que tengamos algún que otro programa en otras cadenas que sigan la senda de T5. Me gustaría un programa que entrevistara a famosos supervivientes de la Atlantida, o a hombres de negro muertos - que alguno habrá digo yo-, a extraterrestres de Raticulín o de alfa o de omega o de Venus. También sería interesante un programa de mediums que hablara con los árboles. Seguro que el geranio que está en La Moncloa sabe mas de un secreto de estado, y no digamos nada del árbol de la Casa Blanca, ese que ponen adornado todas las navidades.

 Que un programa se gaste dinero en semejante gilipollez es de tarados mentales. Y que un tipo que se dice periodista se preste a este montaje, demuestra que es poco periodista.

 Cada vez peor.

 

© 2010 Alfonso Merelo

592. Penny, Penny, Penny

Tres veces, tres, repitiendo el nombre y acompañándolo de un número idéntico de golpes con los nudillos, suele ser la manera de llamar a la puerta de su vecina por parte de Sheldon Lee Cooper.


Hablamos hoy de “The Big Bang Theory” la serie de televisión que estereotipa de manera muy cruel lo que pueden ser prototipos de investigadores científicos en el ámbito universitario.


Y es que se hace sangre con la presencia de unos personajes absolutamente deliciosos como tales, pero tan estereotipados que resultan imposibles, o casi. El mundo universitario no es tan así, aunque algo de ello hay. BBT, como se la llama en los foros de Internet es una brillantísima comedia que explota la rareza de unos personajes que se salen de lo corriente. Sheldon es un físico teórico, con un Doctorado y dos Masteres, con un coeficiente intelectual de 187 y con una sociopatía en el mas alto grado. Es creído, con complejo de superioridad, insociable, misógino, sin empatía, sin amigos y dedicado exclusivamente a su mundo intelectual. Es el imposible compañero de piso. Le gusta vestir con camisetas con logos de superhéroes, Green Lantern es una de sus favoritas, los comics y Star Trek personalizada en su ídolo Spock. Pese a todo ello, vive con el otro protagonista masculino de la historia Leonard Hofstadter, mas sociable que Sheldon, pero también un tanto apartado de la sociedad en general. Ambos dan clase en el Instituto Tecnológico de California y están enfrentados en el ámbito universitario con otros colegas, incluyendo al director del Departamento en el que trabajan. La tercera protagonista en discordia es la vecina de enfrente del departamento Penny, una chica que quiso ser actriz y se conforma con ser camarera en el “Palacio de las Tartas de” Queso. Leonard se enamorará de ella y a partir de la tercera temporada serán pareja. Añadimos a la lista a dos personajes mas como son Howard Wolowitz, un ingeniero diseñador del “water” de la Estación Espacial Internacional, y el astrofísico Rajesh Ramayan Koothrappali, que tiene el problema de no poder hablar con las mujeres, salvo en estado de embriaguez.

¿Cómo puede una serie protagonizada por este elenco de personas, ingenieros, matemáticos o físicos, hacerse atractiva al público? Varios son los motivos de este supuesto atractivo. En primero lugar la propia desmesura de los personajes principlaes. No es sólo Sheldon, que por si solo es capaz de llenar varios programas, son los demás extraños personajes que plulan por allí los que, con sus estrafalarios y extremos comportamientos, se hacen agradables de ver. Son esperpentos que hacen reir al contrastar sus actitudes desmesuradas con las que habitualmente vivimos. Un ingeniero judío, que vive con us madre y que viste y se comporta como si estuviera en los 70, y que además es un salido, un hindú incapaz de relacionarse con una mujer, pero que lo está deseando, y un seminormal Leonard, con grandes carencias afectivas que ve en Penny siu tabla de salvación. Penny es el personaje que da la réplica a esta colección de "raros". Una chica guapa, cuya escasez de talento científico contrasta con la de sus compañeros de rellano y que anclará a éstos a la realidad, o al menos lo intentará.

En toda esta vorágine hay que estar muy pendiente de los diálogos y de las referencia friquis la mayor parte de las veces. Las réplicas de Sheldon son siempre mordaces y con una ausencia de tacto insoportables, aunque sus amigos aprenden a aguantar sus manías. En sólo cuatro escenarios, bar, apartamento, tienda de comics y cafetería de la facultad se suceden los episodios que se nutren de frases antológicas. Sheldon tiene varios enemigos entre otros el recurrente Will Wheaton, intérprete de Wesly Crusher en Star Trek the Next Generation, del que opina que es “el internet explorer de mi firefox”.


Si no la han visto, no se qué es lo que esperan. En los canales de TDT se emite actualmente.


Les dejo con uno de los juegos inventados por Sheldon que demuestra su total “friquismo” . Es una nueva versión de piedra, papel y tijeras:


Piedra, papel, tijeras, lagarto y Spock

“Es muy sencillo, mira. Tijeras cortan papel. Papel tapa a piedra. Piedra aplasta a lagarto. Lagarto envenena a Spock. Spock rompe tijeras. Tijeras decapitan lagarto. Lagarto devora papel. Papel desautoriza a Spock. Spock vaporiza a piedra. Y como siempre, piedra aplasta a tijeras. “


© Alfonso Merelo 2010

 

586. Spartacus, blood and sand (o mas bien Espartaco, espadas, tetas y pollas)

Entre las series que sigo habitualmente por el canal internet plus está una de gladiadores titulada “Spartacus, sangre y arena”, subtítulo que rememora la magnífica novela de Blasco Ibañez. No es que me gusten especialmente las “películas de gladiadores”, con la connotación gay que tienen -recuerden “Aterriza como puedas”- pero he de reconocer que el “Spartacus” que dirigiera Stanley Kubrick, y protagonizara Kirk Douglas, hace ya mas de 50 años, es uno de mis films de “romanos” preferidos (junto a “La caída del Imperio Romano” de Anthony Mann). Así que, atraído por el nombre, he estado viendo lo que ha pergeñado la cadena HBO para esta serie basada en el esclavo que se rebeló contra Roma en el año 73 A.C. en lo que se conoció como la Tercera Guerra Servil, y que venció a las legiones de Glabro.

En la estela de HBO, StarZ es una cadena de cable norteamericana que produce series que, habitualmente, van un poco mas allá de lo emitido por cadenas “libres” en cuestión de sexo y guiones. Una de sus características es salirse de la norma y realizar cosas diferentes, contando en sus imágenes con la proliferación de desnudos casi siempre femeninos.

 

Spartacus, Espartaco para los castizos, es una serie, como digo arriba, de espadas, tetas y pollas pues su proliferación, por ese orden, es norma en los episodios. Lo de las espadas se explica fácilmente ya que, en estos seis primeros episodios vistos (hoy se estrena el 7º en USA), asistimos al entrenamiento de Espartaco en la casa de gladiadores de Batiatus, John Hannah, situada en Capua. Allí entrena con Crixus, Manu Bennett, Ashur, Nick Tarabayo, o Barca, Antonio Te Maioho, al mando del entrenador de gladiadores “Dotore”, Peter Mensah, y mantienen continuos enfrentamientos con otros gladiadores, como está mandado, en la arena. Espartaco se hace con una gran reputación cuando vence a 4 gladiadores de una casa rival. Su motivo para vivir es encontrar a su esposa vendida como esclava cuando fueron capturados. Batiatus, el jefe de la casa de gladiadores, es un patricio venido a menos que vive del pasado e intriga todo lo que puede. Su esposa Lucrecia, Lucy Lawless, es una mujer muy “romana”, o al menos como se nos ha enseñado en las películas que son, es decir: una pelandusca de mucho cuidado que se tira a todo gladiador que se le pone a tiro, nunca mejor dicho. Batiatus tampoco se priva de todo tipo de placeres con sus esclavas. Y es aquí es donde se incide en la abundante muestra de tetas y cuerpos femeninos.

 

La exhibición de las actrices secundarias, las esclavas, es continua, pero también se pueden contemplar a las romanas que acuden a las contiendas en la arena. Al parecer eso de matarse a espadazos les pone mucho. Pero si las secundarias se muestran muiy alegres, no lo hacen menos, sólo un poco, actrices protagonistas como Lucy Lawless -recuerden a Xena- que participa en escenas de lo mas subidito de tono: “necesito tu polla dentro de mí, y la necesito ahora” es una de las frases que dice Lucrecia a Crixus en el tercer episodio en una escena muy elocuente. Y eso nos lleva al tercer vértice del triángulo de Spartacus: la polla.

 

Los actores que interpretan a los gladiadores todos tienen la forma física de Pablo Motos, pero en alto y, mas o menos, guapo. Como medio de fidelización femenina, y masculina según tendencias, los cuerpos son mostrados convenientemente. Los baños y las duchas son un muestrario de cuerpos de gimnasio con miles de horas de pesas y aparatos (dudo mucho que lo originales gladiadroes tuvieran esos cuerpos, pero indudablemente es mucho mas espectacular así). Y los desnudos frontales están a la orden del día. Particularmente Crixus aparece en varias escenas tal y como vino al mundo, con sandalias eso sí. Para muestra una escena en la que una “patricia”, Ilithyia, paga a la casa Batiatus por “ver” a Crixus en su plenitud, que según ella “mantiene muy bien su reputación”.

Pero una serie de gladiadores no podría ser tal sin que se prodigaran las escenas de combate cuerpo a cuerpo. Y aquí las hay abundantes y sangrientas haciendo honor a su título y copiando la estética de “300” o de Watchmen, que son como todos sabemos del mismo director. El uso y abuso de la hemoglobina, los cortes de manos, brazos, piernas y cabezas son moneda común en los episodios. El abuso de la cámara lenta es también marca de la casa que, al menos, no recurre a las artes marciales chinas para los combates (aunque teniendo en cuenta que en Grecia se desarrolló el Pancracio tampoco hubiera sido muy descabellado su uso).

 

De momento la serie todavía no ha mostrado ni la rebelión ni los enfrentamientos con los romanos. Los guionistas están dando carrete a ver si la serie se consolida. Resulta mucho mas barato el mantener a una docena de personajes en tres o cuatro decorados que hacer espectaculares escenas de masas como las que rodó Kubrick en sus tiempos.

 

Si quieren pasar un rato entretenido, contemplar abundantes cuerpos, muchas peleas, mucha sangre, intrigas, y a Xena cambiando de color de pelo cada episodio, no duden que esta es su serie de 2010.

 

© Alfonso Merelo 2010

 

532. Adios David

Era el genuino Kwai Chang Caine que recorrió el oeste americano buscando a su hermano - gracias Antonio- , y después a su hijo creo,  e impartiendo justicia oriental.

Tambien fue Bill, uno de los chicos de Tarantino rememorando a aquel maestro Saholin pero mucho mas malo.

Se me van muriendo todos los mitos de infancia.

Adios, maestro.

(C) Alfonso Merelo

 

493. A propósito de los andaluces

 

Los sambenitos que todos sobrellevamos son, habitualmente, exageraciones, tergiversaciones o interpretaciones maliciosas e interesadas. Pero, en algunos casos, parece que son verdad.

 

Canal Sur es la televisión de la Junta de Andalucía, y digo bien que es de la Junta porque si fuera la de los andaluces sería para darnos a todos de babuchazos. Los sambenitos de los que hablaba en el primer párrafo son los que los programadores de la televisión andaluza quieren perpetuar emitiendo solemnes sandeces una y otra vez. Que todas las demás autonómicas hacen lo mismo no me consuela. Que el nivel de las televisiones “regionales” es muy bajo no es discutible. Pero mal de muchos no es consuelo de tontos y me niego a aceptar que el nivel creativo de los andaluces sea tan bajo y, lo que es peor, barriobajero.

 

Basta repasar un día cualquiera de la programación de CS para darnos cuenta de las cosas que soportamos los andaluces, y los que se les ocurra ver el canal internacional, porque, encima, nos ven en todo el mundo. Es lo malo de la globalización.

 

De momento por la mañana tenemos dos series “americanas” como son “La niñera”  y “Walter Texas ranger” que es como decir que tenemos a T5 en nuestros hogares. Un magazine de los de todas las televisiones completa la mañana.

 

A las 14.00 tenemos el noticiero CS Noticias, para mayor loa de los logros del Sr. Chaves (mi mega gratis ¿para cuando?), y un poquito mas tarde un culebrón sudamericano por eso de hermanarnos con los países de mas allá del Atlántico.

 

A las 16:25 llegamos al punto fuerte de la tarde con “La tarde con María” que presenta María del Monte, popular tonadillera que cantará como los ángeles pero presenta peor que yo mi programa, que ya es decir. En este programa se dan todos los tópicos que producen vergüenza ajena: invitados/as de la tercera edad que quieren encontrar novio/a, chistosos de pacotilla comentando las mas soeces y trasnochadas anécdotas y todo con “acento andaluz exagerado” para que aquel que nos vea desde fuera se ría de nosotros con razón, no por el acento sino por la sarta de gilipolleces que se pueden decir en ese programa.  Parece que la sra. Del Monte es representativa de los andaluces, cuando en realidad no es mas que una patética presentadora que debería dedicarse a lo que sabe hacer medianamente bien: cantar.

 

Sobre las seis llega Andalucía Directo que se dedica a contar los asesinatos, desgracias, accidentes y, de vez en cuando, alguna que otra receta culinaria que un presentador sin conocimientos se dedica a destrozar, como lo hace el presentador de España Directo coincidente en horario de emisión.

Llega a las 20.00 “Se llama copla”. Pues eso un programa dedicado a la copla. Todos los días a dar por culo con la copla de las narices; otro tópico mas aireado una y otra vez. Sólo falta el torero que también aparece en las múltiples corridas, de toros claro, que se prodigan a lo largo del año.

 

Después del informativo de la noche puede usted ver “Pa que te rías” uno mas de los programas dedicados a los vídeos de hostiazos, esta vez presentado por Carmen Janeiro y alguna película o programa de “variedades” como el que presenta Juan y Medio los sábados y que presenta a unos niños muy sabios haciendo preguntas impertinentes a un invitado y pretendiendo exhibir sus “gracias” ante todos. Es como cuando en la reunión familiar se obliga al niño a tocar el piano, generalmente lo hace horrible, para que los padres sonrían afablemente. Es lo mismo pero con mas audiencia.

 

Esa es la televisión que nos ofrece la Junta de Andalucía; una basura igual a todas las demás. (Canal Sur 2 es bastante mas interesante en algunos programas, pero no la ve nadie, claro). Que Tele5, Cuatro, LaSexta o Antena3 hagan la programación que les venga en gana me parece de lo mas normal ya que sus accionistas y dueños tienen la libertad de emplear su dinero en la mierda que les apetezca. Cuando se trata de mis impuestos y de mi televisión ya eso me parece bastante mas discutible, sobre todo si tengo que soportar que se de una imagen de mí, y de mi gente, totalmente distorsionada. Y, dado que el Sr. Chaves parece eternizarse en el cargo, me temo que la cosa va para largo y que tendremos a Juanes y Marías por los siglos de los siglos.

 

Como este es el último post de 2008, sólo desearles a todos un

 

ESTUPENDO AÑO 2009 SIN CRISIS, SIN MATANZAS Y CON MUCHO SEXO

 

© Alfonso Merelo 2008

 

 

 

484. LEX

 

La serie

LEX es el anagrama de un buffete de abogados en Madrid cuyos socios son Daniela León, Mario Estrada y Gonzalo Xifré. De los tres apellidos surge LEX, que además hace referencia al origen latino de la palabra ley. En este despacho de abogados asistiremos a la resolución de los casos mas inesperados e insólitos.

 

El comentario

Aunque aún es pronto para decirlo, la serie puede llegar a convertirse, si no se estropea, en un referente en cuanto al tema “abogados” se ha tratado en España. La ficción televisiva en general contempla en mundo del Derecho como una de sus fuentes para producir ficción. Siempre es atractivo el ver cómo se pueden desenvolver en el mundo jurídico una serie de personajes y cómo éstos son capaces de resolver los mas insólitos casos. Porque lo atractivo de este tipo de series, de cualquier género, es plantear un enigma interesante al espectador, y que este se resuelva de la manera mas enrevesada posible, lo que permite mantener la atención en la historia. Nadie vería una serie de abogados en los que los casos fueran peleas por patentes, la resolución de un contrato mercantil o la interposición de un recurso contencioso administrativo. Los casos de estas series han de ser lo mas atractivos posibles, incluyendo la truculencia si ello fuera posible. Actualmente tenemos en parrilla varias series de adscripción norteamericana que se desarrollan en el entorno de los juzgados. Boston Legal, La juez Amy, Fiscal Chase o  Shark entre otras. Pero antes pasaron por nuestras pantallas Aly McBeal, El Abogado, La ley de los Angeles, o Perry Mason, aunque esta última, pese a desarrollarse en los juzgados, era mas una serie de género negro.

Todas ellas tienen un común denominador: personajes que son mas o menos estrambóticos y “raros” para ser abogados. Entre ellos podemos citar a Alan Shore o Dany Crane de Boston Legal y El Abogado, Aly McBeal o “Bizcochito” de Aly Mcbeal o Sebastián Stark de Shark. Todos ellos se salen de lo normal. Son abogados, brillantes y geniales, pero sus métodos se salen de lo habitual. Evidentemente el sistema judicial norteamericano, o al menos el que vemos en las series, permite este tipo de “ligerezas” en los desarrollos de los juicios (reacuérdese el juicio contra Michael Jackson o O.J. Simpson). El derecho consuetudinario es lo que tiene, que es así de permisivo y libre.

 

España tiene otra caracterización del derecho diferente. Aquí, y en casi toda Europa, funcionamos en base a leyes emanadas parlamentariamente. El Derecho, civil, penal, administrativo etc,  no lo crea la Jurisprudencia, lo crea la Ley que es una de las fuentes del Derecho junto con la costumbre y los principios generales del Derecho. La diferencia en los procesos europeos con los anglosajones es muy grande y aquí no se permiten según que ligerezas en el proceso. Por eso las series de este signo españolas cuentan con un ligero handicap puesto que el proceso es menos “escénico” y menos “espectacular”. Aún así, y tendiendo en cuenta que hablamos de ficción, hay algunas series que se han desarrollado en los juzgados españoles. La mas antigua que recuerdo es Visto para sentencia. Esta serie de 1971 estuvo protagonizada por Javier Escrivá, el fiscal protagonista, y Fernando Delgado como presidente de  sala. Era una serie que reflejaba bastante bien las técnicas del derecho procesal de la época y, en contraposición a las americanas, supuso un choque para los espectadores. Pero también Anillos de Oro, de Ana Diosdado y con  Imanol Arias de protagonistas, tuvo como leiv motiv un bufete de abogados especializados en divorcios. La serie era de 1983 y el divorcio llegó a España en 1982, según recuerdo. Y por último, pero no menos interesante, en 1986 se emitió Turno de oficio, protagonizada por Juan Luis Galiardo, Carmen Elías, Irene Gutierrez Cava y un joven Juan Echanove. Esta tendría una segunda parte titulada Turno de oficio II en la que el personaje de Echanove, Cosme, era ya juez y se “enfrentaba” con su amigo y mentor “El Chepa” encarnado por Galiardo.

Hace unos pocos meses, Antena3 estrenó la serie LEX que se emite los domingos por la noche en horario “prime  time” en competencia con la delirante y zafia Aida. La serie cuenta con un plantel de actores que cumple sobradamente con sus personajes. Javier Cámara (¿Ay señor, señor!, 7 vidas),  Nathalie Poza (Policias, Maneras de Sobrevivir…) y Santi Millán (7 vidas, Divinos, Cuestión de sexo…) son los tres personajes principales, pero están muy bien respaldados por Clara Lago, Pau Roca o Silvia Marty. De momento se han podido ver a Paz Vega o a Josep María Pou como artistas invitados que han aportado solidez a los episodios.

La serie tiene como referencias cuatro decorados fundamentales en los que los personajes se desenvuelven: las  oficinas de LEX, un bar de una franquicia muy conocida, el apartamento de Mario Estrada y los juzgados. En esos 4 frentes, mas algún exterior y otros pocos decorados ocasionales, viven estos personajes que, además de su oficio, desarrollan una intensa vida social y amorosa. Como es natural los líos amorosos se van desarrollando en los episodios y los personajes van y vienen de mano en mano y de cama en cama. La promiscuidad parece un punto común en todas series de abogados y, además, produce unos juegos de guión extraordinarios. Aunque no se llega al nivel del culebrón al uso, si que estos giros de amores y desamores son uno de los alicientes de esta serie. De los pocos capítulos que hasta ahora hemos visto, se podrían destacar los que están protagonizados por Paz Vega, en un papel de “viuda negra” muy en la línea de Sharon Stone (de hecho hay una secuencia similar a Instinto Básico).

 

Veremos qué giros da la serie en el futuro, qué guiones nos deparan para el futuro. De momento la sensación es de moderado optimismo. La serie se puede ver, e, indudablemente, es mucho mas sólida que Serranos, Aidas o similares.

 

Ficha técnica

Título original: LEX

12 capítulos hasta ahora en dos temporadas.

Idea original: Daniel Écija

Productor ejecutivo: Daniel Écija

Productora: Globomedia

Emitida por Antena 3 Televisión

Música: Guillermo Maestro

Intérpretes: Javier Cámara (Mario Estrada), Nathalie Poza (Daniela León), Santi Millán (Gonzalo Xifré), Kira Miró (Gema Bini), Pau Roca (David Vega), Silvia Marty (Silvia Marall), Clara Lago (Eli Estrada), Dulcinea Juárez (Katia)

 

398. BOSTON LEGAL

 

 

La serie

El buffete Crane, Poole y Schmidt es uno de los mas prestigiosos de Boston, que extiende sus oficinas en otras grandes ciudades como Nueva York o Los Angeles. En él trabajan varios abogados muy peculiares como Denny Crane, que dice tener el mal de las vacas locas, Alan Shore, al que expulsaron de varios despachos anteriormente. En la serie se describen los casos en los juzgados que han de defender tan insólitos personajes.

El comentario

David E. Kelley parece ser un experto en abogados. Casi todas sus series han contenido elementos de judicatura, si no han sido directamente dedicadas a mostrar el elemento judicial de los Estados Unidos de América. Baste recordar “La ley de los Ángeles”, “Ally McBeal” o “El abogado” como series dedicadas y “Picket Fences” o “Chicago Hope” en las que el elemento legal estaba muy desarrollado.

 La serie es un spin off de El abogado. En la última temporada de ésta, aparece como personaje habitual, 22 episodios, Alan Shore –Kames spader-, y el personaje de Denny Crane –William Shatner- aparecerá en seis episodios el primero de ellos titulado War of the roses. Por otra parte Ronha Mitra, interpretado por Tara Wilson, personaje habitual en El abogado en la última temporada, pasará a formar parte del nuevo buffete en Boston Legal durante la primera temporada de ésta.

 Boston Legal sigue el esquema de su serie “madre”: habitualmente los abogados habrán de enfrentarse a un par de casos insólitos en cada episodio. En esto no difiere demasiado de otras series anteriores del mismo creador.  Sin embargo, y pese a que contemplamos lo mismo, ésta tiene un sello que la caracteriza y la hace “diferente” aunque “igual”. Esta contradicción se explica fácilmente: estamos de nuevo ante una serie que incide, sobre todo, en los personajes. A lo largo del tiempo Kelley ha refinado sus guiones y sus “estereotipos”. Como ocurría en Ally McBeal, muchos de los personajes de Boston Legal son estrambóticos (en el primer episodio uno de los socios fundadores, Poole, aparece sin pantalones en una reunión). Pero a diferencia de esa serie, hay otros personajes mas racionales que anclan en la realidad a estos extraños abogados. La dicotomía perfecta se da entre Alan Shore y Denny Crane.

 El primero es un prepotente, genial y amoral, dentro de la concepción moral habitual, personaje que se sitúa al margen de la legalidad en muchas ocasiones con tal de resolver sus casos. Por otra parte Denny Crane es el complemento ideal para Shore. Crane fue abogado sobresaliente en el pasado y que nunca perdió un caso, pero que no reconoce su actual incompetencia y que vive de su nombre. Sólo con decir su nombre, Denny Crane , cree que todo será resuelto. Como personaje es uno de los mas conseguidos de la serie, pues sus excentricidades y comportamientos, es un republicano convencido y del ala mas extremistas,  son tan exageradas que resultan increíbles y por tanto agradables al espectador. Shore irá evolucionando poco a poco convirtiéndose en el polo opuesto a Crane siendo un abogado dispuesto a pelear por causas “nobles” como la pena de muerte o el medio ambiente.  

 

El núcleo fundamental de los episodios se puede encontrar en la relación de amistad entre los dos personajes de Shore y Crane. Pese a sus profundas diferencias Shore hace cualquier cosa por su amigo que, entre otras cosas, suele disparar a la menor oportunidad que tiene sobre la gente. Es esa base de amistada la que funciona y da una cohesión especial a la serie. La aparición del personaje de Shirley Schmidt, felizmente interpretado por Candice Bergen, propone un elemento de unión entre las locuras de los dos personajes principales y el resto del mundo. Pese a que la protagonista se debe mas a la causa del buffete, ganar dinero, no deja de tener sus restricciones éticas sobre ciertos asuntos.

 El personaje insólito de Crane le ha dado una nuevo vigor a William Shatener que sólo era nombrado anteriormente por su interpretación del capitán Kira en Star Trek. Ahora, el nombre de Denny Crane será también recordado, y si les soy sincero, en el declive de la edad ha encontrado el papel de su vida.

 Como curiosidad habría que preguntarse por qué hay tantos actores que proviene del universo Trek en Boston Legal. Aparte del mencionado Shatner, aparece como protagonista también Rene Auberjonois (Odo en Espacio Profundo 9), Armin Shimerman (Quark en Espacio Profundo 9) o Jeri Ryan (Siete de nueve en Star Trek voyager).

Créditos:

Boston Legal (2004)

Título original: Boston Legal

Fecha primera emisión USA 2004

Idea original: David E. Kelley

Guión: David E. Kelley

Interpretes: William Shatner     (Denny Crane),  James Spader (Alan Shore), Candice Bergen (Shirley Schmidt), Mark Valley (Brad Chase), Rene Auberjonois (Paul Lewiston), Julie Bowen (Denise Bauer), Christian Clemenson (Jerry Espenson),       Gary Anthony Williams (Clarence), Constance Zimmer (         Claire Simms), Armin Shimerman (Judge Brian Hooper),  Michael J. Fox (Daniel Post)