Prohibido prohibir

Ya se han acabado las fiestas dionísicas de este año, aunque aún quede la traca final de los Reyes Magos (¿qué les han pedido ustedes?).
Así que vuelta al trabajo y a la rutina diaria de darle a esto de la tecla.
De momento el año se presenta calentito con lo de la ley antitabaco, o mejor la ley para ver donde no dejamos que fumen las criaturitas. Y mira que a mi no me afecta, que ya dejé el vicio nefando hace una año y dos días, que parece una condena y lo es, pero eso de prohibir así, por las buenas, sin anestesia, es que no me va.
Con todo lo que sea de positivo para evitar que los que no fumamos aspiremos el humo de los cigarrillos, me da que es mucho mas negativo prohibir hacer que convencer de no hacer, no se si me explico.
¿No es mejor enseñar a ser educado? Porque en definitiva es eso; el problema es la mala edcación del personal.
Hay que ser mameluco para fumar en un hospital o en un ascensor o en un lugar donde haya niños etc, etc. Eso debería ser una prohibición "non scripta" y no una prohibición publicada en el BOE.
Pero parece que las cosas hay que hacerlas por la tremenda, con el palo y el garrote de la administración sanitaria.
Con todo lo que teóricamente pueda beneficiarnos, creo que no son maneras. Y que lo que mejora por una lado se va a perder por otro.
Pero así están las cosas.
Confiemos en la sensatez del personal para evitar follones y esperemos que detrás de ésto no venga una ley seca, la ley anti grasas en las comidas o cualquier otra gilipollez. Cuando a los lectores de ciencia ficción nos confinen en estancias apartadas en las bibliotecas, comiencen a temblar.

© Alfonso Merelo 2006