266. De nuevo al tajo
Después de unos diez días de desconexión, vuelvo a estar feliz y contento en la tarea diaria de trabajar.
Que desagradable es ese primer día en el que se vuelve de vacaciones, y como bien dice MEL:
¿por qué le llaman síndorme pos-vacacional? Será ¡síndorme de reentrada en el trabajo!
Cuando esta mañana ha sonado el despertador, que por cierto no ha sonado porque me he despertado antes de que lo hiciera, he sentido que todo volvía a su sitio, a su lugar. Mientras desayunaba un café "bebío", he estado pensando en los problemas que debería solucionar esta misma mañana, y me he dicho que las cosas son, desgaciadamente, una rutina casi insoportable.
Como es norma, nada mas llegar, he tenido que saludar a los compañeros y compañeras que no veía desde un escaso mes, y que mas parecía que no había visto desde el año aterior. Y, por supuesto, he tenido que desgranar mis aventuras en el norte de España, donde he pasado estos últimos días, mas concretamente en Cantabria. 2.300 Kms de coche que se ha chapado este que les escribe por carreteras, la mayor de la veces, decentes. La vuelta por la "ruta de la plata" en una "autovía" que a ver si un año de estos, o siglo, la terminan de una vez, porque las intermitencias son estremecedoras y peligrosas. Si los romanos ya la tenían: ¿como es que en pleno siglo XXI no disponemos de una ruta uniforme hasta el norte? Pues no la hay.
El viaje bien. Santander es preciosa y carísima. He asistido a un curso de la Universidad de Cantabria muy interesante y, casulidades de la vida, me he encontrado a varios compañeros de mi Universidad. Parece que no me puedo alejar del trabajo ni en vacaciones. Tambien me encontré a la ministra de administraciones públicas que inauguraba un curso en la Menendez y Pelayo sobre el estatuto de la función pública. El palacio de la Magdalena estaba de botoe en bote y con mucha policía, incluso a caballo.
Si van por esas tierras no olviden ir de pinchos. Si creen que en Andalucía se vive en la calle, se sorprenderán de que en el norte hagan lo mismo. Los bares y bodegas llenos todos los días y el personal tiene la (buena) costumbre de salir a la calle a tomarse la copa. Eso sí, se recogen mas temprano que nosostros y a las once no ves un alma por la calle.
La cultura del pncho está muy acreditada y se encuentran excelentes bares con una carta muy variada de tapas y pinchos, unos mas caros que otros. Puede recomendarse La Barbería, La Conveniente o, en plan mas serio y caro, El restaurante del Hotel Bahía o el restaurante Faustino. El primero es excepcional en el servicio y el segundo tiene unos platos de la región mas que buenos. El cocido montañes, con habichuelas, es espectacular.
Así que después de "descansar" estos diez días me encuentro con que en mi mesa se han reproducido los papeles solos, yo pensaba que eso era imposible, que todos han esperado a que yo llegara para tomar "decisiones", o mejor para no tomarlas y que las tome otro. Esas pequeñas cosas son las que hacen la vida mas agradable.
Y eso es todo.
Ahora a currar hasta el puente de noviembre. ¡Horror es la HispaCon! Se jodió el descanso.
(c) Alfonso Merelo 2007
6 comentarios
V. -
AMS -
Y ahora: a darles caña que nos espera unos meses de lo mas divertido, con esto de las erecciones generales. Y lo he escrito bien :)
Manuel Nicolás -
A darle caña a lo que resta del año.
Yo por mi parte, me he pulido "toas" las vacaciones y tengo la depresión "sinvacacioneshastael31dediciembre".
En fin.
Salud, quirites
yatulosabespillin -
¿cursos de formación en plena canícula?,,,,,,ay ay ay
AMS -
¿Tan chunga fue la cosa?
Ahora, si te esperabas mar pues entonces sí :)
Como playa chiqitita me gustó la de Comillas. Y después el Sardinero, claro, pero esta es mas masiva.
V. -