R.2 Día del orgullo
Los que me leen, si hay alguno, saben perfectamente que no soy persona anclada a tradiciones o a la que no le gusten las innovaciones. Lo digo porque, si bien estoy abierto de mente a nuevas formas de pensamiento, hay cosas “nuevas” que me rechinan.
Me revelo ante todo lo que sea hacer ostentación de algo. La ostentación es una manera de ser que me resulta bochornosa por lo que de arrogante supone. Sobre todo porque el ejercicio ostentoso viene habitualmente del que necesita que observen sus “logros” para sentirse superior a los demás. Como templo, probablemente apócrifo, se dice que Isaac Asimov iba siempre con el tomo de la Enciclopedia Británica en el que aparecía su nombre.
Los días de los orgullos son ejercicio de ostentación elevados a la máxima potencia. Y entre todos ellos hay uno que se reproduce todos los años en Madrid, en otras ciudades pero en Madrid más por eso de ser la capital, que es un muestrario del feísmo mas cutre y de la ostentación mas refinada de lo que es una condición. Mire usted, amigo o amiga, a mi no me importa lo mas mínimo que usted sea como le de la gana ser, o como le hayan dejado ser. Como si es usted bajo, gordo, juega en la NBA o se dedica a la papiroflexia. Es usted muy libre de vivir como le de la real gana y rodearse de la gente que quiera o que esté en sus mismas circunstancias. Yo no voy a criticar su forma de vivir porque es usted muy libre, o no, de hacer con su capa un sayo. Particularmente no me gusta, o mejor me son indiferentes, sus tendencias o aficiones. Lo que no me gusta es que hagan uso de calles y plazas formando un follón del cuatro para exhibir con orgullo su condición, como si el ser de una manera u otra fuera un marchamo de calidad o superioridad.
Ese día se caracteriza por la exhibición de cuerpos variados que van desde lo agradable a lo francamente repelente visualmente hablando. Ese feísmo, esos colores tremendos, esos churretones por caras y cuerpos y esas ropas, en muchos casos desastradas, dan una idea de lo que se pretende en las manifestaciones de esa índole; que no es más que exhibirse. Pasa lo mismo en el sambódromo de Río de Janeiro pero allí no se excluye a nadie por su condición, cosa que aquí sí ocurre. Esa exhibición entonces ¿qué es lo que pretende? ¿epatar al personal? ¿pero a cual? ¿a los suyos, o a todos? Es, verdaderamente, una exhibición de horterada ver esas carrozas decoradas, con un gusto mas que dudoso, llenas de personajes públicos o no haciendo militancia de su condición.
Imagínense ustedes que todos los colectivos quisieran hacer su día del orgullo: orgullo zapatero, la profesión no el Presidente, orgullo PPero, orgullo aguadores, orgullo fans de Star Wars, orgullo Madridistas y así podríamos seguir. Tendríamos que habilitar dos o tres orgullos por cada día del año, y sería un follón.
Por todo lo antes expuesto estoy en contra de todas esas manifestaciones y en particular me opongo a la que he venido comentando en este artículo. Esas hordas de muertos vivientes comiéndose de todo menos hamburguesas, esos andares sincopados esos rostros tumefactos. Bien está que tengan sus derechos reconocidos en el código civil, al fin y al cabo son muerto, pero son nuestro muertos. Pero hacer alaraca de su condición de muertos, por la que por otra parte todos pasaremos mas tarde o mas temprano, no me gusta nada.
NO AL DÍA DEL ORGULLO ZOMBI.
Es que, además, dejan la ciudad toda llena de vísceras, miembros perdidos y sangre, con lo difícil y desagradable que son después de limpiar.
© Alfonso Merelo 2010
7 comentarios
AMS -
Anonimo -
En base a esa reclamación, como cualquier otro colectivo ( por ejemplo los trabajadores de una empresa, etc etc etc), tienen derecho a manifestarse de forma publica y reiterada. Aún hoy con la equiparación de derechos, sigue existiendo un abismo en el trato, mucha homofobia y ataques que cada año se traducen en violencia y asesinatos, incluso en España.
Las manifestaciones tienen el objeto de seguir sensibilizando a la sociedad para conseguir la plena equiparación. Sin las manifestaciones en España, que empezaron en Barcelona en 1977 (creo, no estoy seguro) para sensibilizar a la población, estoy seguro de que las actuales leyes que equiparan los gays con el resto de la población no habría tenido lugar (y han tenido que pasar 40 años).
Se puede o no estar de acuerdo en la forma en cómo se realiza, pero en el fondo y por desgracia es muy necesario seguir insistiendo. La base es que todos aquellos gays y lesbianas que están encerrados en el armario, forzados aún por esta sociedad, vean que se puede ser gay o lesbiana y mostrarlo con orgullo al mundo. eso sirve, sin ir más lejos para que todos aquellos adolescentes chicos y chicas que se sienten desgraciados por una sociedad que sigue marginándolos y aún hoy algunos optan por el suicidio vean que que "no hay problema" más allá de rebelarse contra una sociedad coercitiva.
Algunos pasajes de tu texto están especialmente fuera de lugar: "Imagínense ustedes que todos los colectivos quisieran hacer su día del orgullo: orgullo zapatero, la profesión no el Presidente, orgullo PPero, orgullo aguadores, orgullo fans de Star Wars, orgullo Madridistas y así podríamos seguir."
ni los PPeros, ni.... no hemos sido, encarcelados, asesinados ni quemados, ni colgados hasta morir.
Es muy tipico ridiculizar para de esta forma quitar importancia a lo que se está haciendo. Tu lo haces en tu escrito.rummy the
Me gustaría que colgaras este comentario en tu web o al menos rectificaras tu post. Creo que, como nos pasa a todos, desconocemos las otras realidades porque nos caen "muy lejos".
Un gay cabreado (aunque no me importa poner un maricón cabreado) para mi no es ningún insulto.
Manuel Nicolás -
Mario Moreno Cortina -
Además, este día viene gente de fuera, varones solteros de clase media a dejarse la pasta en la ciudad. Así que todos contentos.
Sam -
Imagina, a mí que no me gusta ni el ruido, ni las multitudes, ni tener que ser por un día hermano y amigo de desconocidos (el TOC, que no perdona)...
Si puedo elegir, me inclino más por "el día del orgullo del ciudadano vulgar". Cada uno lo celebrará el día que le dé la gana, haciendo lo que haría aunque no fuera un día especial. Es lo que le va más a alguien tranquilo, no amante de las multitudes y con una pizca de insociabilidad como yo :D
AMS -
Yo he estado por chueca y nadie te come evidentemente, no te miran mal ni nada de eso. Esto es un cuento de los malos que escribo. Con un puntito de crítica hacia el dia ese que es el mas sonado y visible, pero tambien me repatean los otros días del orgullo, sea gay hetero o de los frikis. Voya a fundar el día del orgullo firloyo y ya verás :)
Sam -
De todas formas, el rechazo o marginación (a la mujer, homosexuales y demás colectivos no siempre bien tratados) suelen provocar reacciones curiosas, que más bien parecen querer llevar el fiel de la balanza justo al otro extremo.
En fin, que puede que haya que tomárselo como una fiesta, celebración o lo-que-sea sin más pretensiones ni darle más vueltas. Eso sí, Alfonso, por propia experiencia te digo que los heterosexuales, muy al contrario de lo que indicas, somos siempre bien recibidos en Chueca, y más en ese día. Y si hay algunos (que los habrá, seguro) que se sientan mejores o con derecho a hacer de menos a los que son heterosexuales son, independientemente de su condición sexual, gilipollas, que la gilipollez no entiende de sexos ;-)