624. La silla eléctrica.
Eso es lo que parece que las eléctricas, con la autorización del ínclito Gobierno títere que soportamos, nos van a aplicar con las nuevas tarifas desde el uno de enero de 2011; una descarga en pleno bolsillo y cuesta de Enero. Pues empezamos bien, que dicen, sobre todo si tenemos en cuenta que ya se subieron esas tarifas en 2010 un 4 o 5 % con lo que resulta un total del 15% en menos de un año, más o menos.
El llamado “déficit tarifario” procede de muy lejos, de hace unos 15 años. Estábamos para entrar en el euro y la inflación era una barbaridad. Para contenerla, el Gobierno de la época decidió “congelar” las tarifas eléctricas e incluso “bajar” las mismas. A las empresas se les garantizó por escrito que recuperarían ese déficit en futuras subidas de las mismas hasta equipararse con los costos reales. Se aplazaba por tanto la subida para que en un futuro se hicieran posibles.
Pues parece que la posibilidad ha llegado. Este Gobierno ha decidió que es ahora el momento más conveniente para ejecutar esa subida. Ahora, precisamente, cuando estamos en el peor momento de la crisis. Cuando hay mas parados, cuando la gente no llega a fin de mes y cuando hace más frío y hay que usar mas la electricidad. Eso se llama ser coherente con una política de restricciones del gasto. Será restricciones para unos, porque otros van a ganar mucho más de lo que ganan ahora.
Y dicen que es obligado. Que estaba firmado y hay que ejecutarlo obligatoriamente y que los mercados presiona porque en caso contrario las eléctricas, las mejores y más rentables de nuestras empresas, van a empezar a ser recalificadas a la baja en los rankins de rentabilidad. Es decir, otra vez este Gobierno no tiene ni la menor posibilidad de actuar de otra manera -¿para qué tenemos entonces un gobierno? Que gobiernen directamente las multinacionales y eso que nos ahorramos-
La política energética de este gobierno ha sido muy errática. Es evidente que se ha apostado por energías renovables, que son más caras que las demás y que tienen el inconveniente de que dependen de condiciones naturales propicias; vientos, mareas, sol. La energía nuclear se ha desechado por motivos ideológicos y no técnicos. Una energía de mucho menor coste después de su amortización. Todo esto produce que las tarifas se disparen como las que se van aplicar dentro de dos días.
En las facturas de la luz, que son casi indescifrables, hay cosas que son de dudosa legalidad. Si miran alguna de sus facturas hay un concepto que es un “Impuesto sobre la electricidad” se paga sobre el consumo y sobre la potencia contratada. Pues a este impuesto se le aplica después el 18% de IVA ¿Un impuesto puede gravarse con IVA? Pues sí que se puede legalmente, aunque sea inmoral la doble imposición. Imaginen que después de cobrarles Hacienda el IRPF se lo grave con el 18% de IVA. Esto, por cierto, se hace también con la gasolina a la que se aplica el IVA después de impuestos.
Así que, dicen, es imprescindible subir las tarifas este 10%. El mercado lo exige, las eléctricas lo exigen y además firmamos un compromiso de pago que hay que cumplir. Pero resulta curioso que este compromiso haya que cumplirlo sí o sí y el que contrajo El estado con funcionarios, incluyendo a los controladores, y pensionistas no se tenga porqué cumplir. ¿Para qué, si a fin de cuesta son chusma obrera y levantisca? A éstos si se les pueden cambiar las condiciones al antojo del mercado y con la anuencia de la cobardía del Gobierno. A las poderosas eléctricas no porque son nuestros amos y nos debemos a ellos.
Lo mismo bajar el IVA del 18 al 7%, ya que se trata de un bien imprescindible, sería una buena medida. Pero si lo hacemos recaudamos menso impuestos para devolverlos otra vez a los que necesitan servicios: es decir a las poderosas empresas y mercados. A nosotros, ni agua.
Yo ya no sé cómo se puede putear más al ciudadano, aunque probablemente ya no seamos ni siquiera ciudadanos. Somos “impuesteros”, siervos que sólo sirven para pagar impuestos que otros disfrutan.
© Alfonso Merelo 2010
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