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- MEMORANDO -

635. ¿Democracia? Ummm, ¡no se!

Como esto podría parecer un alegato a favor de la violencia, lo primero que quiero decir es que no me gusta que las cosas se arreglen por medio de la fuerza. No me gusta la violencia, aunque algunas veces se me lleven los demonios y pueda perder los nervios en determinadas circunstancias. Por eso la actitud violenta de los que impidieron la entrada a los señores diputados del parlamento catalán, o como se llamen en Cataluña, me parece muy reprobable. Pintar a un diputada de blanco su gabardina -¿tanto frío hacía en Barcelona para ir con gabardina?-, escupir a otro diputado –es una asquerosidad- o intentar quitarle el perro a un diputado invidente, me parecen acciones despreciables y que no deben producirse bajo ninguna circunstancia.

 Y dicho esto, vengo observando desde hace muchos años, casi tantos como llevo participando en la vida social y política de este país, que el que no llora no mama y que llorar únicamente no sirve para nada. Desgraciadamente cuando se produce un problema, y hablo por ejemplo de un conflicto laboral, la negociación nunca llega a nada. La parte que ha de negociar, la patronal, se cierra en banda y no les da la gana de ceder ni un ápice. Sólo cuando se provoca una huelga, y si es con fuerza bruta y en la calle mejor, se avienen a pactar lo que deberían haber pactado anteriormente sin llegar a esos extremos. Es decir: nunca se hace caso de cualquier reivindicación a menos que se emplee la fuerza. Y eso es lamentable.

Y siendo lamentable el uso de la fuerza, y no de la razón y el diálogo, parece que a nuestro estupendos y electos representantes les molesta sobremanera que se ejerza contra ellos, no ya violencia física reprochable en todo caso, cualquier tipo de reproche público que les desasosiegue. Ellos son intocables. Son “LOS REPRESENTANTES DEL PUEBLO”, y una vez elegidos el pueblo que les eligió no pude ni chistar, que se molestan. Dicen: esos que gritan y protestan no pueden hacerlo, no tienen derecho. Si quieren ejercer su derecho que voten y nos cambien. Y tienen razón, pero solo una parte de la razón. Porque cuando los elegidos para la gloria no siguen los presupuestos para los que fueron designados, hacer por sus electores lo mejor para los éstos y  no para los elegidos, el pueblo es el que se lo tiene que reprochar y exigir. Y como parece que con medios pacíficos no se consigue nada, fíjense en el desprecio y la condescendencia con la que se trató a los concentrados en las plazas, se indignan cuando algún gilipollas se pasa de rosca y los zarandea e insulta. ¿Qué coño esperaban? ¿Seguir indefinidamente en el olimpo de sus prebendas? ¿Recogerse en un banco o una multinacional después de su mandato sin que nadie dijera ni pío? Pues parece que ya nos hemos hartado de chulerías, prepotencias y vaciladas y, como dirían "Los yesterdays", "de chulos a caballo".

Sigo pensando que la violencia no es el camino, pero que la respuesta ciudadana en la calle si que lo es. Y que demostrarles una y otra vez que no están gobernado para nosotros sino contra nosotros es un deber ciudadano ineludible. Y allá, desde donde estemos, tenemos que ir a la lucha pacífica contra este sistema podrido que nos está llevando al más absoluto de los abismos negros. La verdadera democracia es el gobierno de todos para todos, no de unos pocos para ellos. Y la violencia se ejerce de muchas maneras y no sólo con insultos y acciones hacia los diputados. Ellos ejercen la violencia constante contra sus ciudadanos al recortar derechos sociales o al dejar al albur de un banco usurero que una familia se quede en la calle, literalmente, por no poder pagar una hipoteca. ¿Es que no hay otras soluciones? Si que las hay, pero lo mismo no les gustan a sus amos. 

Yo no quiero jamón 5 Js para todos, aunque no estaría mal, pero si quiero que todos podamos comer sin problemas.

Y si ustedes, políticos endiosados, no pueden, o no quieren, proporcionarlo lo tendremos que hacer nosotros. Avisados quedan.

 

© 2011 Alfonso Merelo.

 

 

 

 

 

2 comentarios

AMS -

No, las negociaciones con las empresas son, en el 90% de las veces, porque los trabajadores quieren mejorar sus condiciones. Ninguna empresa, o casi ninguna, empieza negociaciones por su cuenta salvo para despedir o intentar recortar los derechos o salarios de sus trabajadores. Son los trabajadores los que fuerzan la negociación y la patronal la que nunca, nunca, quiere negociar beneficios para sus empleados. Hay sacarles cosas por la fuerza siempre. Y respecto a que la gente vota porque quiere que les recorten los derechos pues lo mismo tienes razón, pero creo que los que se manifestaban no habían votado precisamente a los recortadores. De todos modos a los represntantes se les elije para que mejoren las condiciones de todos, no para que las empeoren que es justo lo que hacen.

Jamagüey -

Alfonso, dos cosas. Cuando dices "la parte que ha de negociar, la patronal, se cierra en banda" pareces olvidar que en una negociación siempre hay otra parte, porque una parte no negocia sola. Y a lo mejor la otra también se cierra en banda, podría ser. Y cuando dices, en el contexto de lo ocurrido en días pasado ante el Parlamento catalán, "los elegidos para la gloria no siguen los presupuestos para los que fueron designados", pareces olvidar que esos representantes han sido elegidos en fecha muy cercana y que nada parece indicar que la gente no los haya elegido para seguir los presupuestos que precisamente están siguiendo. De un parlamento mayoritariamente de derechas se espera que haga una política de derechas, que al parecer es la que están intentando hacer. Nada sorprendente. Y si no piensan hacerla, aún no nos hemos enterado. Así que seguramente es demasiado pronto para prejuzgar. ¿No le parece?