Princesas
La nueva película de Fernando León de Aranoa se llama princesas y cuenta cómo son las princesas de la calle: las prostitutas mas comúnmente conocidas como putas.
Dos protagonistas, de origen dispar, van a concentrar en sus historias la trama del film. Por una parte Caye, que no se sabe bien por qué es puta ya que su afán es operarse los pechos para hacerlos más ostentosos, pero este parece un motivo espurio. Tal vez, sencillamente, no encontró otra profesión mejor. La otra protagonista es Zulema, una inmigrante dominicana, que intenta ganar dinero para traerse a su hijo a España.
Algo muy interesante es la relación de amistad que se entabla entre las dos, en un principio enemigas, prostitutas callejeras. Esa relación es de protección de una hacia la otra. De apoyo y de consuelo. Una relación de amor sin sexo.
Aranoa describe a su manera la vida de estas prostitutas. Desde luego se hace perfectamente plausible las desgraciadas vicisitudes por las que atraviesas. A destacar todas las secuencias que trascurren en la peluquería donde van a peinarse y acicalarse. Una especie de refugio en el que se cuentan todas sus desgracias y mantienen tertulias sobre los temas que les interesan. Uno de ellos es el racismo subyacente incluso entre las capas mas bajas de la sociedad. Entre la marginalidad y la pobreza aún hay clases y las clases españolas no pueden tolerar que las extranjeras les levanten los clientes.
La actuación de Candela Peña es espectacular componiendo un personaje mas que interesante y creíble, pese a sus excesos verborreicos y filosóficos, tal vez la exageración más disonante del film. Todas las actrices cumplen mas que holgadamente con sus personajes. Micaela Narváez, el contrapunto de Caye, elabora un personaje alegre y extrovertido pese a sus contratiempos vitales.
Interesante filme que será candidato a los Ignotus, perdón, a los Goya del año próximo y seguramente al oscar a la mejor película en habla no inglesa de 2006.
©Alfonso Merelo 2005
Dos protagonistas, de origen dispar, van a concentrar en sus historias la trama del film. Por una parte Caye, que no se sabe bien por qué es puta ya que su afán es operarse los pechos para hacerlos más ostentosos, pero este parece un motivo espurio. Tal vez, sencillamente, no encontró otra profesión mejor. La otra protagonista es Zulema, una inmigrante dominicana, que intenta ganar dinero para traerse a su hijo a España.
Algo muy interesante es la relación de amistad que se entabla entre las dos, en un principio enemigas, prostitutas callejeras. Esa relación es de protección de una hacia la otra. De apoyo y de consuelo. Una relación de amor sin sexo.
Aranoa describe a su manera la vida de estas prostitutas. Desde luego se hace perfectamente plausible las desgraciadas vicisitudes por las que atraviesas. A destacar todas las secuencias que trascurren en la peluquería donde van a peinarse y acicalarse. Una especie de refugio en el que se cuentan todas sus desgracias y mantienen tertulias sobre los temas que les interesan. Uno de ellos es el racismo subyacente incluso entre las capas mas bajas de la sociedad. Entre la marginalidad y la pobreza aún hay clases y las clases españolas no pueden tolerar que las extranjeras les levanten los clientes.
La actuación de Candela Peña es espectacular componiendo un personaje mas que interesante y creíble, pese a sus excesos verborreicos y filosóficos, tal vez la exageración más disonante del film. Todas las actrices cumplen mas que holgadamente con sus personajes. Micaela Narváez, el contrapunto de Caye, elabora un personaje alegre y extrovertido pese a sus contratiempos vitales.
Interesante filme que será candidato a los Ignotus, perdón, a los Goya del año próximo y seguramente al oscar a la mejor película en habla no inglesa de 2006.
©Alfonso Merelo 2005
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Darthz -