Otro ídolo
Que un chaval de 24 años gane el campeonato del mundo de Fórmula 1 debe ser noticia de portada en todos los periódicos porque se sale de lo corriente. Hay que felicitar, y felicitarnos en la (poca) parte que nos toca, a Fernando Alonso por haber conquistado ese campeonato. Incluso hay que felicitarle por haber sido nombrado premio Príncipe de Asturias del deporte. Que deporte debe ser aunque vaya en coche de última tecnología. Al menos se le ve sudado cuando acaba una carrera.
Cuando me hago mis carreritas vespertinas, para ver si bajo mi colesterol, estoy practicando un deporte aunque sea de manera poco eficiente y profesional. Pero: ¿si conduzco un renault megane, para no salirnos de la marca, practica un deporte amateur? Yo diría que no.
Pero aceptando que la Fórmula 1 es un deporte, éste debe tener sus ídolos y a los españolitos, y particularmente a los asturianos, nos ha caído un nuevo.
El flamante campeón se convirtió ayer en excusa para que unos cuantos miles de personas festejaran un triunfo que les era ajeno porque no habían contribuido en nada a conseguirlo. Pero todo está bien si se tiene algo o alguien a quien colgar un motivo para festejar. Lo festejamos todo. Somos así. Y ayer, una persona sobria y que no bebe casi nada mas que agua, sirvió para que muchos se identificaran con él y se bebieran toda la sidra posible allá en su Asturias natal.
¿Para que poner esa excusa? Pues seguramente porque necesitamos un aglutinante que nos saque de la monotonía y cualquier cosa es buena para despejar la tarde del domingo. Da igual si es un brasileño haciendo la cucaracha que un asturiano tocándole las narices a los ingleses o a los otrora todopoderosos ferrari italianos.
Y encima gana con un coche francés que lleva neumáticos michelín.
A estas alturas no se si le hemos metido un gol a los franceses o ellos a nosotros.
Lo próximo será que el Cádiz se clasifique para la liga de champiñones. Si eso pasa, ya lo contaré.
© Alfonso Merelo 2005
Cuando me hago mis carreritas vespertinas, para ver si bajo mi colesterol, estoy practicando un deporte aunque sea de manera poco eficiente y profesional. Pero: ¿si conduzco un renault megane, para no salirnos de la marca, practica un deporte amateur? Yo diría que no.
Pero aceptando que la Fórmula 1 es un deporte, éste debe tener sus ídolos y a los españolitos, y particularmente a los asturianos, nos ha caído un nuevo.
El flamante campeón se convirtió ayer en excusa para que unos cuantos miles de personas festejaran un triunfo que les era ajeno porque no habían contribuido en nada a conseguirlo. Pero todo está bien si se tiene algo o alguien a quien colgar un motivo para festejar. Lo festejamos todo. Somos así. Y ayer, una persona sobria y que no bebe casi nada mas que agua, sirvió para que muchos se identificaran con él y se bebieran toda la sidra posible allá en su Asturias natal.
¿Para que poner esa excusa? Pues seguramente porque necesitamos un aglutinante que nos saque de la monotonía y cualquier cosa es buena para despejar la tarde del domingo. Da igual si es un brasileño haciendo la cucaracha que un asturiano tocándole las narices a los ingleses o a los otrora todopoderosos ferrari italianos.
Y encima gana con un coche francés que lleva neumáticos michelín.
A estas alturas no se si le hemos metido un gol a los franceses o ellos a nosotros.
Lo próximo será que el Cádiz se clasifique para la liga de champiñones. Si eso pasa, ya lo contaré.
© Alfonso Merelo 2005
2 comentarios
AMS -
No me parecen mal esos festejos, lo que me parece raro, ni siquiera extraño, es que se busque una excusa. ¿Te quieres emborrachar? pues hazlo pero sin que necesarimente medie que tu equipo de jurgol gane o la Virgen del Rocío haya salido de Romería.
MJ -
Aysss, pero que optimista soy, por dios.
Besos, Fonso ;)