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Cine

563. 35 Festival de Cine Iberoamericano de Huelva

 

 

La Casa Colón, sede del Festival

Ayer comenzó en Huelva la trigésimo quinta edición del Festival de Cine Iberoamericano. 35 años ya de películas, cortos y actividades en torno al cine que procede, en su mayor parte, del continente americano.

Una semana de intensa programación cinematográfica con 13 películas en la Sección Oficial a Concurso

Estos filmes son los siguientes:

El corredor nocturno

Navidad

La Pasión de Gabriel

Cuestión de principios

Zona Sur

La mosca en la ceniza

Francia

Como desenhar um circulo perfeito

La nana

Paraíso

Héctor y Bruno

Crónicas chilangas

Cinco días sin Nora

Los presentadores de la gala

A las 20.00 horas comenzó la gala de inauguración del Festival con una animada presentación protagonizada pro el periodista Jerónimo Fernández y la actriz Silvia Rey. Ésta última fue la revelación de la noche ofreciendo un monólogo y una actuación destacada que compenso la aparente “sosería” del presentador que estuvo en su papel de conductor serio. Una diferencia notable con respecto a la insulsa gala del año anterior en la que no se hizo nada mas que promocionar una película.

De todos modos se echa en falta el “glamour” de otros festivales. La alfombra azul estuvo prácticamente vacía de famosos, a diferencia de todos los políticos que si se dejaron fotografiar en el foto cool. Pocos actores se dieron cita en esta inauguración. Ni los protagonistas de la cinta inicial ni los dos homenajeados este año, Joaquim de Almeida y José Lusi Gómez, aparecieron por allí. Yo no es por incordiar pero si se le rinde homenaje a un actor concreto, éste ha de estar en los actos principales. Ese ha de ser su compromiso estar en la gala inaugural y en el homenaje. Sobre todo duele la “desaparición” de Gómez por ser de Huelva ya que pienso que alguien al que se le da un premio debe aceptarlo con todas sus consecuencias y una de ellas es su asistencia al festival. Pero Huelva es así, y el Festival también.

Para comenzar con buen pie el festival pudimos disfrutar, de verdad, de la película “El corredor nocturno” dirigida por Gerardo Herrero, que si tuvo la delicadeza de asistir y de presentar su obra. La película está interpretada por Leonardo Sbaraglia y Miguel Ángel Solá que ofrecen un excelente duelo interpretativo en el que Solá se sale de la pantalla. La historia se debate entre el trhiller policíaco y el fantástico mas sutil. Esto es así porque, como dijo el director: ¿a ver si alguien sabe decirme si lo que he hecho es el misto de Fausto o el Dr. Jeckill y Mr. Hyde? Yo diría que es esta última con una gran influencia de “El club de la lucha”. Hay una escena clave que desvelaría el asunto, pero que no tuve la oportunidad de revisar para cerciorarme y es en la que se encuentran cenando los dos protagonistas con la esposa del “corredor”.

 

Un gran comienzo para un gran festival. Que siga.

Por último una recomendación para el Ayuntamiento de Huelva: ¿no podría haber quedado lista la obra del Punto para el festival, en lugar de haber terminado la parte correspondiente al Ayuntamiento? Seguro que para usted es mas cómodo, Alcalde, pero para la imagen de la ciudad no lo es. Aunque eso seguro que le da lo mismo.

 

© Alfonso Merelo 2009

 

 

560. José Luis López Vázquez y sus películas de “duro”

 

Alex de la Iglesia, el presidente de la academia del cine, comentaba esta tarde que no toleraba que se hablara de películas cutres referidas a algunas de las que había protagonizado José Luis López Vázquez. Esa defensa numantina de los valores de la cutrez me recordó a otras que se han hecho de los valores literarios de las novelas denominadas de “duro”. Éstas, que tuvieron su apogeo en los años 50 y 60, y algo en los 70, eran simplemente literatura de evasión, hecha por trabajadores de la máquina de escribir sin otras pretensiones que, por un lugar ganar dinero para aliviar la penuria, y por otra sencillamente distraer, generalmente a las clases de bajo nivel intelectual.

La reivindicación de lo cutre, de lo hortera y de lo mediocre me parece sencillamente una pérdida de tiempo. Por eso las palabras del cineasta me han resultado muy chirriantes. En el caso del desaparecido actor es indudable que ha participado en películas con valores artísticos destacados que hay que diferenciar a las puramente alimenticias que también rodó sobre todo en los setenta. Si por una parte tuvo una espléndida actuación en “Mi querida señorita”, “Habla mudita”, “Pepermint Frapee”, “El bosque del lobo” o en “El pisito”, hizo lo que pudo en verdaderos bodrios como “Doctor me gustan la mujeres ¿es grave?”, “Como está el servicio”, “El fascista la Beata y su hija desvirgada” o “El cid cabreador”.

Las películas de la época del destape, o inmediatamente anteriores, eran filmes de muy bajo presupuesto y de muy baja calidad media. Enfocadas directamente a un consumo masivo sin mas aspiraciones que el espectador lo pasara bien. No tenían ínfulas de trascendencia, ni de cine de “creación”, ni mensajes que enviar. Eran sencillas y, generalmente, muy malas. Por eso el efectuar defensas de la “calidad” de esos productos, que ni la tenían ni lo pretendían, me resulta tan fuera de lugar como las que se hicieron sobre la llamada novela popular o de duro. Evidentemente dentro de ésta había algunas que se podían rescatar de la mediocridad, pero el 90% de las mismas eran literalmente una bazofia mal escrita o peor plagiada. El respeto máximo a su creadores, que trabajaban en condiciones a veces inhumanas, pero no por estos subproductos de nula creatividad. Y esa comparación se extiende a la mayoría de las películas de este periodo que, salvando algunas de ellas, eran tan deficitarias en imágenes como planas en sus guiones. Por supuesto podíamos ver tetas pero eso era lo único.

Para finalizar desde estas líneas expreso mi máximo respeto y admiración por un actor al que vi sobresaliente en muchas de sus interpretaciones y que me subyugó en la película de Armiñan “Mi querida señorita”, aunque el papel que mas me divirtió fue el de la genial película de Berlanga “La escopeta nacional” en la que interpretaba al pijo y salido Luis José.Y, por descontado, no podemos olvidar los amantes del fantástico su interpretación en "La cabina" de Mercero. Fuera de serie, sin duda.

© Alfonso Merelo 2009

535. Moonraker

Desde siempre he sido un modesto seguidor de los filmes de James Bond. La mezcla de impunidad violenta, viajes, exóticos lugares, artefactos fantásticos, buenos hoteles, buenos vinos, casinos y mujeres mas que apetecibles son el cóctel que los filmes de la franquicia Bond han ofrecido al espectador. Diversión sin demasiados complejos es lo que se ofrece en la pantalla con grandes alardes de efectos visuales que trasforman al agente británico en casi un superhéroe con smoking en lugar de los consabidos gallumbos por encima del pantalón.

 

De todos los actores que han interpretado al personaje sin duda el que ha calado mas hondo en el inconsciente cinematográfico ha sido Sean Connery con unas interpretaciones del personaje mas que resaltables. Pero en el campo de la  ciencia ficción, la etapa protagonizada por Roger Moore ha sido la más fructífera. Desde la fallida “El hombre de la pistola de oro”, que contenía algunos elementos fanta-científicos, la siguiente película “La espía que me amó” llevaba a Bond a aliarse, en los últimos años de la guerra fría,  con los rusos representados por la impresionante mayor Anya Amasova, interpretado por la actriz Barbara Bach, para desbaratar un plan para destruir el mundo mediante una guerra nuclear. En esta película los elementos de ciencia ficción están mucho mas explicitados tomando para sí escenarios clásicos del género como la ciudad submarina de Atlantis, producto del egomaníaco  Karl Stromberg.

 

Anya Amasova- Barbara Bach

 

  Similar argumento plantea la siguiente película del ciclo titulada “Moonraker”. Realmente esta película es un remake  encubierto de  "La espía que me amó" ya que incluso mantiene escenas exactamente iguales, como la final sin ir mas lejos en las que  Bond comparte capsula de salvamento y lecho amatorio. "James, llévame a otra vez al cielo"es la frase qeu cierra el filme. La novela original, del mismo título, fue publicada en 1955 y su parecido con el film es meramente coincidente en el nombre y en el protagonista “malvado” llamados en ambas producciones Hugo Drax. Si en la novela el enemigo de Bond trata de destruir Londres con el misil nuclear experimental “Moonraker”, en la película esta obsesión se magnifica y Drax pretende destruir toda la vida humana en La Tierra.

 

 

El undécimo film de la saga se estrena en 1979 y es la primera vez que Bond viaja al espacio. Anteriormente se había tratado el tema del vuelo espacial en el título “Sólo se vive dos veces”, pero el agente 007 no tripulaba ninguna nave.

 

Este film es el único, que conozca, que se salta la continuidad de la serie ya que en los títulos finales de la anterior película, “La espía que me amó”, aparece la leyenda “James Bond volverá en Sólo para sus ojos”. Sin embargo ese film sería abandonado para rodar “Moonraker” y sólo después del estreno, ésta, se rodaría y se exhibiría. La razón de este cambio no es otra que la aparición en 1977 de “La guerra de las galaxias”. Ese film de space opera relanza la ciencia ficción visual y hace que los productores se planteen películas de este género. Albert R. Broccoli, productor de los diversos títulos de la serie, se lanza a rodar un film que en su tercio final es pura space ópera, si se quiere mas cercana, pero con todos los tics de la misma.

 

La historia, como ya hemos contado, es muy similar al guión de “La espía que me amó”. Si en el primer caso el “visionario” de turno tenía una base submarina, en esta ocasión posee un base espacial en orbita terrestre. Drax es el constructor de los trasbordadores espaciales Moonraker que la NASA usa en su vuelos orbitales. Bond ha de investigar la desaparición de una de las naves que era trasladada al Reino Unido. En su intento de averiguar lo que ha ocurrido llegará a la conclusión de que se trata de un complot dirigido por Drax para acabar con la vida humana.

 

La película se estrena sólo dos años después de la anterior para aprovechar el tirón de las películas de “espacio”. La publicidad de la misma se encarga de remarcar que es la primera película de “James Bond en el espacio”, y así se vende al espectador.

 

Indudablemente el film no tiene ni pies ni cabeza y es mas paródico que otra cosa. Ni siquiera los efectos visuales logran salvar una ramplona interpretación y dirección que ninguno de los participantes se creen. La elección de la partenaire de Bond, Lois Child,  es también de dudable acierto ya que no parece que esté cómoda en su papel de competidora y posterior amante del agente. El intento de Michael Lonsdale de darle empaque a su personaje, Hugo Drax, no parece recoger frutos cuando el actor, inolvidable en “El nombre de la rosa”, se ve compelido a mantener un rictus hierático y pomposo en todas las escenas, incluso en la de su estúpido asesinato a manos de Bond.

 

Hugo Drax

 La película, como casi todas las del personaje, nos lleva a recorrer el mundo desde Europa a Estados Unidos y Brasil. Espectaculares paisajes pueden ser disfrutados por los espectadores. El lujo y el glamour están también presentes en las localizaciones elegidas: Londres, Venecia, Estados Unidos, Río de Janeiro y el Amazonas. El agente del MI6 dispone en esta cinta de diversos gadgets al uso: un reloj con rayos láser, una góndola hovercraft con la que pasea por la Piazza San Marco, una lancha con diversos dispositivos incluyendo un ala delta y algunas cosas mas que son proporcionadas por el  equipo del ingeniero Q.

 

Es en el último tercio de la película, como ya hemos dicho anteriormente, cuando se desata la mayor parte de la acción. La estación espacial de Drax es abordada por su tripulación para desencadenar el armaggedon, enviando a la atmósfera un compuesto químico que matará a todos los seres humanos. Bond y los refuerzos americanos en forma de marines astronautas de guardia acabarán con la locura y vida de Drax.

 

A Moonraker hay que reprocharle que no se toma en serio nada de lo que se ve en pantalla (aunque hay que tener en cuenta que la etapa Moore es la más auto paródica y cómica de todas). Los guiños al espectador, y al aficionado,  son múltiples: el código de apertura de un laboratorio son las cinco notas de “Encuentros en la tercera fase”, al matar a una boa dice Bond “tenía tendencia a enrollarse”, las moonrakers son copias de la lanzadera espacial norteamericana y por fin la estación espacial tiene unos ambientes similares a la estética de 2001, con sus colores brillantes y sus diferentes niveles en altura.

 

Divertida, intrascendente y, en ocasiones, espectacular (la escena del Pan de Azúcar es inolvidable aunque falsa), Moonraker es uno de los mas destacables ejemplos de la vacuidad del contenido y la fastuosidad del envoltorio.

 

© Alfonso Merelo 2009

 

509. Gran Torino, Eastwood en estado de gracia.

 

No se si sabrán que el coche que Starsky y Hutch usaban en su serie era un Ford modelo Gran Torino del 75. Ese modelo, que se comenzó a fabricar en 1968, es uno de los macguffin de la última película dirigida por Clint Eastwood. Si el coche de los dos policías de pantalón de campana y patillas exageradas era una horterada que todos los horteras se apresuraron a imitar (los Renault 12 tuneados de la época eran dolorosos hasta para un adolescente), el coche que aparece en la película es una verdadera belleza. Pero no crean que esto va a ser un artículo sobre las bondades de los diferentes modelos del coche Ford. En realidad se trata de glosar la película que el viejo Clint nos ha dejado para la posteridad.

Si me lo permiten, voy a emitir, así de entrada, un juicio de valor,  a los que soy poco dado, al menos en público,: “Gran Torino” es una obra maestra.

Dicho esto creo que no tengo nada más que decir, si acaso justificar de alguna manera esta afirmación anterior. Pero eso supone un gran trabajo intelectual y no se si estaré a la altura de las circunstancias. Porque una cosa es que te haya gustado una película y otra intentar convencer con razonadas exposiciones a los demás que ésta es lo que se afirma que es.

De partida nos encontramos con un director que ha realizado una carrera excepcional en ese campo y que nos brinda una obra crepuscular que remata su carrera como actor. Eastwood ha afirmado que esta es su última película como actor, sus 80 años no se notan en exceso, aunque seguirá dirigiendo filmes –su próximo proyecto es un biopic  sobre Nelson Mandela-. La obra sólo es crepuscular en el sentido de este abandono, porque si por crepuscular entendemos  que tiene poco brillo desde luego no se puede decir que esta palabra sea la definición que mas cuadre al film.

El Gran Torino es de una belleza fascinante. En pocos decorados, apenas dos calles, dos casas y algún escenario mas como la barbería, Eastwood se dirige a si mismo, y a un grupo de actores que son desconocidos en su mayoría, en un espectáculo de introspección maravilloso. En las dos horas que dura el metraje vemos pasar muchos de los tics que el actor ha protagonizado a lo largo de su extensa carrera. Es mas Frankie Dunn o William Munny (Million dollar Baby y Unforgiven) que Harry Callahan o John Wilson (Dirty Harry  o White Hunter Black Heart), aunque el personaje del “polaco hijo de puta” de Walt Kowalsky es, sin duda, un compendio de todos ellos pasado por el tamiz de la madurez reflexiva. Este personaje es duro, pero tierno a la vez. Violento, pero suave. Conservador y el mas progresista. Desagradable y entrañable. Que esto se consiga demostrar de manera inequívoca a lo largo del metraje da una idea de que lo que el espectador está viendo es una película casi perfecta.

 

Si el personaje principal se establece como el referente de la historia, y nos identificamos con ese viejo luchador, los personajes secundarios son asimismo un increíble retablo de registros. Así un sacerdote recién salido del seminario que quiere hacer las cosas como le han enseñado se encontrará con un parroquiano escéptico  que le enseñará nuevos caminos. Un vecino, Thao, aprendiz de pandillero, de la etnia hmong, verá como su vida cambia radicalmente al encontrar en Walt un mentor. La hermana de Thao se convertirá en el enlace entre el mundo del veterano soldado en Corea y el mundo de los “rollitos de primavera”, como él llama a todos los orientales.  Estos tres personajes fundamentales se ven acompañados por otros igualmente interesantes. Curiosamente los que resultan personajes patéticos, e incluso con  interpretaciones rallando en lo molesto, son todos los “malos”, los pandilleros de varios colectivos que son estereotipos paródicos. Si todo está cuidado en la película, es incompresible que éstos estén tan descuidados salvo que sea intención del director.

 

El final, por esperado, no resulta menos impactante con una escena en la que el espectador está esperando que sea otra la actitud de Walt, aunque sabe que por el camino que nos ha descrito Eastwood, esa postura es imposible.

 

Como curiosidad extraña hay que comentar que en la película no aparecen teléfonos móviles ni ordenadores. Incluso en una escena en la que el móvil parecería imprescindible se localiza a una persona, o se intenta, por medio del teléfono convencional. Y no, no trascurre en un pasado reciente. Tenemos televisores de plasma y coches modernos. La ausencia de esta tecnología debe ser una imposición del director, supongo. ¿Por qué? Pues no lo se. Seguro que no tiene mayor importancia

 Espero poder ver Gran Torino en versión original, porque, quitando a Constantino Romero tan eficaz como siempre, hay doblajes que son lamentables rozando lo patético.

Aún con ese -grave- defecto no achacable al director, esta película es de las imprescindibles de esta temporada. No se la pueden perder.

© Alfonso Merelo 2009      

 

 

 

 

508. Watchmen, la película ¿si o no?

 

 

Ha pasado una semana desde el estreno de la película Watchmen y durante este tiempo se han cruzado en la red cientos de mensajes que contaban, en esencia, que era una película abominable y por otra parte que, no siendo una obra maestra, era una mas que aceptable recreación del mundo de los vigilantes creado por Moore y Gibbons.

 

He intentado acercarme a la película sin establecer comparaciones con el tebeo del que procede, cosa imposible pues W es uno de mis (pocos) tebeos de referencia desde hace años. Pero si esto es imposible, pienso que no lo es contar mis impresiones sin tener en cuenta la procedencia.

 

Llevo unos mese viendo todas las películas que caen en mis ojos que proceden de un tebeo previamente. Quiero decir con esto que he visto de todo y en un porcentaje muy alto penosas obras que no es que no adaptaran bien el original, es que lo ignoraban y además eran malas películas. Se me viene a la memoria DareDevil o El motorista fantasma (la peor elección de actor protagonista en décadas)  por no irnos a muchos años atrás, y en el bando contrario, las buenas películas con buenas adaptaciones como  dos artes diferentes, soy de la opinión de que no se deben comparar. La película ha de ser juzgada por sus propios referentes y dentro de su ámbito sin tener en cuenta de donde proceden. Actuaciones, montaje, dirección de actores, guión, música, ambientación, diálogos, efectos,  fotografía… todas esas pequeñas cosas que componen el todo cinematográfico son las que nos deben dictar si una película funciona o no lo hace.

 

Como ya digo, ayer pude ver la película dirigida por Zack Synder y mi primera impresión es que es una película mas que interesante. Desde el punto de vista del espectador es, quizá, excesivamente larga y la condensación de escenas ha sido un problema que no se ha sabido resolver con acierto. Para contar la historia de los vigilantes, el director ha usado el recurso de las voces en off que, ciertamente, aclaran muchas cosas pero que resultan excesivas como forma de explicar el argumento.

 

La historia se engrana a partir del asesinato de “El comediante”, uno de los vigilantes norteamericanos que ha estado en activo durante décadas. Sus compañeros, antiguos vigilantes también, acuden al entierro y recuerdan como conocieron al mismo y sus relaciones con él en diversas situaciones de combate. La investigación de uno de los vigilantes “Rorschach” llevará  a un desenlace inesperado, por supuesto para el que no hay leído previamente el tebeo.

 

La estructura parece episódica con transiciones muy marcadas entre unas historias y las siguientes. Las tres historias principales son la de Rorschach, el trío formado por el Dr. Manhatan-Espectro de seda-Buho Nocturno y la trama de investigación del misterio del asesinato. Las tres historias se entremezclan muchas veces para converger al final en el espectacular desenlace en la fortaleza de la soledad del polo ¿o esto era de otra película?

 

Si de las actuaciones hablamos, que debemos hacerlo, sobresalen las de Jeffrey Dean Morgan (el “fantasma” Denny Duquette de Anatomía de Grey) un mas que convincente Comediante y Jackie Earle Haley, durante el breve tiempo que pasa sin su máscara de Rorschach. No podemos tampoco olvidar a Malin Akerman, Laurie Jupiter, y sus impresionantes dotes físicas para atraer la atención. Espectacular sin duda cuando asume el rol de Espectro de Seda. Ozymandias, Matthew Goode, está demasiado afectado para componer un buen vigilante.

A la película parecen faltarle escenas. Hay algunas escenas que no se entienden demasiado bien porque se presume que falta algo para completar el cuadro. ¿No hubiera sido mejor hace una película en dos partes para poder completar lo que presumo que el director incorporará en el DVD? También queda en evidencia la “imposible” actuación del Dr. Manhatan. Las peculiaridades del personaje hacen que resulte visualmente deficiente. Si Hulk fallaba, además, por el aspecto de La masa, que nunca termina de convencer, a Watchmen le ocurre lo mismo con el exagerado Dr. Manhatan que nunca parece verosímil en imagen. Tal vez hubiera sido mejor usar un actor, el mismo Billy Crudup, sin disfrazar informáticamente y sin pintar de azul (a Lou Ferrigno lo pintaban de verde y era patético).

La truculencia y los toques gore, son señas de identidad del director que ya nos brindaba un espectacular baño de sangre en 300. Aquí tampoco se ha privado de ello y en algunas escenas, los combates de Búho y Espectro contra los pandilleros o las escenas de la prisión, se deja llevar por su afición a la hemoglobina.

¿Se puede ver la película sin haber leído previamente el tebeo? Sin duda, aunque repito que pueden faltar algunas escenas, que si no son clave si complementan el resultado final.  

Y para termina ¿es una buena adaptación?  Desde mi punto de vista si. Es respetuosa y sigue con relativa fidelidad los originales del tebeo. No es tan profunda como la obra en la que se basa, pero sin duda es una buena manera de acercarse a ese mundo paralelo en el que Nixon es elegido presidente para un tercer mandato.

© Alfonso Merelo 2009

506. Watchmen que llega

 


Mañana se estrena la largamente esperada adaptación de Watchmen. Tengo interés en ver como han resuelto los guionistas las enrevesadas vueltas de tuerca que Alan Moore desarrollara para el comick book original. David Hayter, escritor de las películas de X-Men o “El rey escorpión”, y Alex Tse son dos de los guionistas de la adaptación, mientras que Zack Zinder, director entre otras de “300”, es el encargado de llevar a imagen los dibujos ideados por Dave Gibbons.

Mi contacto con Watchmen se realizó hace mas de 20 años cuando viví por un tiempo en Madrid. El irme a trabajar allí, un tipo de provincias, supuso el volver a emocionarme con los tebeos, recuperando en “El rastro” algunos viejos cuadernos que me habían pasado de largo en Cádiz.

 

 

En esa época, 1987, compré en febrero y en un kiosco de la Gran Vía el numero 1 de Watchmen y el nº uno de “Crisis en Tierras Infinitas”, ambos de DC comics y editados en España por Zinco. Tebeos que aún conservo.

 

 

Watchmen fue impactante. Esperaba ansioso todos los meses la aparición del tebeo, porque recuerden que fue concebido como una miniserie de 12 episodios y no como posteriormente nos la han vendido como novela gráfica. Durante un año estuvimos esperando el desenlace, aunque uno consiguió algunos números norteamericanos, muy caros, en la extinta Madrid Comics, creo que así se llamaba, que también estaba en un bajo de La Gran Vía cercano a uno de los VIPS que estaba, y está, por allí. (Mi historia con los VIPS y La Gran Vía madrileña es larga y lo mismo es motivo de un artículo un día de estos.)  Esos meses fueron de relectura de los números anteriores intentando ver como iba a continuar la historia y de sorpresa y sorpresa por la habilidad demostrada por los autores para capturarnos e una historia que era ucronía, ciencia ficción, superhéroes y aventuras de un dios aprendiz de omnipotente.

Hace un par de meses tuve la oportunidad de leer en primicia el ensayo que Rafael Marín ha dedicado al tebeo de superhéroes que acabó con los superhéroes. Un estudio concienzudo con mas reflexiones y análisis que cualquier otro que yo haya leído. Supongo que será un referente futuro para los estudios de este magistral tebeo.

Y mañana supongo que ya tendremos muchas criticas y opiniones de la película Seguramente no podré verla este fin de semana, pero no cabe duda que será un objetivo cinematográfico en los próximos días.

Y el próximo lunes en el programa “A través del espejo”, que pueden seguir desde el enlace de la cabecera, entrevistaremos a Rafael Marín para hablar de este libro y de algún otro de su cosecha. No se lo pierdan.

© Alfonso Merelo 2009

 

494. Vampiros mariconas

 

Aunque sea políticamente incorrecto, el título refleja lo que está pasando en el mundo de los vampiros tanto en la literatura como en lo audiovisual.

Acabo de ver dos episodios de Moonligth, una serie de televisión protagonizada por un vampiro que no quiere hacer caño a los humanos. Es, además, detective privado y se dedica a ayudar a la gente. En uno de los episodios persigue a otro vampiro que se ha vuelto loco y va asesinando por ahí a los humanos porque, como él dice “soy un depredador y estoy por encima en la cadena alimenticia”. Y es que los vampiros modernos están “amariconaos” y se me permita la licencia.

Drácula o Carmilla tanto da eran vampiros de verdad. Asesinos de la noche que pretendían satisfacer sus mas bajos instintos: el sobrevivir a costa de los demás. Eran creaciones diabólicas, encarnaciones del mal en definitiva. Pero ahora se han convertido en meras especies diferentes que necesitan sangre para sobrevivir y que recurren al banco de sangre mas cercano para ello.

Los vampiros clásicos, y a Drácula me remito, hacían de su alimentación un rito sensual y sexual. El hecho de “chupar” sangre tenía unas connotaciones singularmente coitales que establecía una comunión sexual entre la “víctima” y el agresor. Por supuesto el vampiro era el amo y señor de su “harén”  y mandaba sobre sus vampiresas. Esto se ha acabado y ahora todos los vampiros modernos se plantean dudas existenciales sobre lo que son o no son y su convivencia con los humanos. Se han establecido una serie de hermandades de vampiros que siguen reglas y se avienen a convenciones sobre dañar o no dañar a seres “inocentes” Excepciones las hay, pero esa regla del vampiro blandito y suavecito se viene dando de unos años a esta parte.

Tal vez la cosa empezó cuado Anne Rice publicó su “fantástica” novela “Entrevista con el vampiro”. Su adaptación cinematográfica, con Tom Cruise y Brad Pitt, fue un revulsivo importante que influenció a otras obras posteriores. Esos vampiros con remordimientos y con mucha duda existencial hicieron mucho daño al universo vampírico. Sin duda la influencia se hace patente en el personaje de Ángel, atormentado vampiro con alma en la serie  Buffy Cazavampiros, aunque en su descargo habría que decir que el tormento de ser “bueno” está condicionado por un hechizo gitano. El caso de Spike, otro vampiro que tenía por seudónimo el de William el Sanguinario, es completamente diferente ya que el elige por amor a Buffy recuperar su alma. En este universo, el creado por Joss Whedom, los vampiros son seres sin alma y sin ningún tipo de remordimientos. Son depredadores que no se preocupan por sus víctimas, imitando a sus mas clásicos antecedentes. Sólo estos dos casos ya nombrados se salen de la normalidad. En descargo de ellos habría que decir que los guiones están muy bien desarrollados y su grado de “blandéz” se ve compensado con unas excelentes tramas que les obligan a hacer lo que hemos descrito.

Tomemos ahora el caso de Crepúsculo, película de reciente estreno que procede de la serie de libros escritos por Stephenie Meyer. Es el caso de unos vampiros “jóvenes” al menos con ese aspecto que aún van al instituto, suponemos que para disimular su condición de jóvenes eternos. El protagonista, Edgar Cullen, se enamorará de una teenager, Isabella Swan. Edgar pertenece a una feliz “familia de vampiros” que viven todos juntos y se ayudan. El componente romántico es el que predomina en toda la historia creando un vampiro que como personaje, el y los demás, son una anomalía que no se parece en nada a la sexualidad que desprende el goticismo de la novela de Stoker. La película es una tremenda sucesión de majaderías de instituto que no tienen mucho sentido si presuponemos que el protagonista tiene muchos años más de los que aparenta dada su relativa inmortalidad.

Y así, del mito cristiano del renacimiento a través de la sangre (el vampiro no es mas que un comulgante algo especial) pasamos a ver cómo estos seres se nos descarrían y tienen sentimientos de piedad y de camaradería con sus presas.

Es una lástima pero en esas estamos.

Quiero volver al vampiro clásico que muerda bien a sus víctimas, femeninas por supuesto,  y a poder ser que éstas estén en desahabillee.

© Alfonso Merelo 2009

 

 

481. Jesus Franco en el Festival de Cine Iberoamericano

481. Jesus Franco en el Festival de Cine Iberoamericano

 

JESUS FRANCO, GOYA 2009 A LA LABOR DE TODA UNA VIDA. ¡ENHORABUENA!

Este año, como miembro de UniRadio me he acreditado como prensa en el 34 Festival de Cien Iberoamericano de Huelva. Ayer sábado fue la gala de inauguración y estuve trabajando haciendo fotos y alguna entrevista, ayudando a mis compañeras Maite y Rocio.  El hecho es que este improvisado reportero, estaba haciendo algunas fotos cuando de repente me fijo en un hombre en silla de ruedas a la que acompaña una señora de pelo blanco. Los dos me resultan conocidos. Son invitados pro la organización, dados el color de sus pases, pero no consigo ubicarlos. De repente caigo en la en quienes son ¡Jesús Franco y Lina Romay! Si, efectivamente, tio Jess se encuentra a escasos metros de mi y le acompaña su musa y actriz fetiche en muchas de sus películas. Este es un festival de cine iberoamericano entonces ¿qué hace allí? ¿En donde encaja el director mas famoso de serie B en este lugar? El misterio se desvelará en pocos minutos. Intento hablar con ellos, pero el delicado estado del Franco me lo impide, así que me contento con algunas fotos.

El motivo de la presencia de Jesús Franco, el director mas prolífico del cine español junto con Ozores, en esa gala es porque forma parte del reparto de la película “Esperpentos” que dirige Jose Luis García Sánchez y que ayer se estrenó en Huelva. Franco participa en un pequeño papel como seguidor de Valle Inclan. Indudablemente es una persona muy querida ya que el resto de los compañeros de reparto lo trataban de una manera mas que amistosa y deferente.

Pilar Bardem, Jesus Franco y Lina Romay (Foto (c) www.festicinehuelva.com)

Ese fue el encuentro friki de la noche. El resto, mas convencional, lo podran escuchar en el programa de mañana en A través del Espejo. Allí les emplazo.

© Alfonso Merelo 2008